ú sabes cómo vivir tu vida, tú sabes elegir, tú tienes fuerza, tú tienes Pryca (...) sí, que Pryca está hecho para ti, que todo está listo y preparado, todo Pryca para ti”. La culpa es de Juanma Molinero, que escribió ayer aquí del Pryca, y desde entonces la cancioncilla que usaban en los anuncios se me ha reinstalado en la cabeza. Que usted me habla de los supermercados de hoy y no tengo ni idea, pero la canción del Pryca la sigo teniendo ahí 300 años después de que cambiara de nombre para recuperar el original. Y es que hubo un tiempo que todas las empresas tenían una cancioncilla a modo de himno (y no solo las de bebidas como Cola Cao, Kas Naranja-Kas Limón o Coca-Cola). La del Pryca (acrónimo de Precio y Calidad con el que Carrefour rebautizó durante un tiempo sus centros cuando creían que éramos incapaces de pronunciar bien su nombre) era en realidad una versión del discotequero y ochentero tema Dolce Vita de Ryan Paris. En los anuncios del Pryca, como en tantos otros de supermercados, todo el mundo se mostraba extasiado de felicidad empujando carritos, cogiendo botes de detergente de las estanterías y esperando su turno en la cola. Luego alguien decidió que sus anuncios no debían parecer un musical fuera de temporada y que era mejor limitarse a anunciar las ofertas de la semana. Y así acabó un género publicitario pero también musical.