o todo tenían que ser malas noticias. Enrique Iglesias anuncia su último disco y el fin de su carrera musical. Al parecer, está en uno de esos momentos en que algo le dice que es conveniente parar, y a ese "algo", solo cabe mostrarle gratitud eterna. La verdad es que la vida corre que se las pela. Como escribió Antonio Machado en esos versos claves sobre la futilidad del tiempo, "todo pasa, y todo queda, pero lo nuestro es pasar". ¡Y de qué manera! Lo hacemos a velocidad de vértigo, muy por encima de nuestras posibilidades. Que se lo digan si no a los investigadores de la policía encargados del caso Malasaña. Algo no cuadraba en la declaración del joven que denunció la agresión homófoba a manos de ocho encapuchados. ¿Pero quién espera hoy en día a que se cierre una investigación? Como "lo nuestro es pasar", el sosiego no tiene quien le quiera. Se estila más el juicio sumarísimo y la explosión emocional. Para qué esperar a los resultados de investigaciones, por muchas dudas razonables que presenten con respecto al relato inicial. No sé si el tiempo es ese juez insobornable que da y quita razón, pero creo que Enrique Iglesias está en lo cierto, que lo más conveniente es darse un tiempo. Y si empieza por su carrera musical, ni tan mal.