ice un amigo, sin duda el más sabio de su calle, y adalid del pragmatismo y las cosas claras, que todas las empresas funcionan igual. No anda de oídas, puesto que a lo largo de su dilatada carrera profesional ha recorrido talleres y oficinas, ha soldado, tramitado papeles y hecho números en distintas compañías. Una de sus célebres frases quedó para la posteridad: "Al final, todas las empresas son iguales. Siempre hay gente que hace el trabajo de quienes no hacen su trabajo". Esta máxima se puede aplicar a cualquier firma, salvo las diminutas. El caso es que todos no estamos dotados del mismo don de la responsabilidad y el esmero. No hablo de destreza, sino de un mínimo de voluntad. Si usted mira a su alrededor en su empresa, sabrá de lo que le hablo. Y si no reconoce a nadie, quizá yendo al cuarto de baño y mirándose al espejo se le aclaren las dudas. En mi primer trabajo, sin ir más lejos, me topé con un crack. Un día nos fuimos a comer juntos y me abrió su corazoncito. De alguna manera, estaba justificando su indolencia laboral y pidiéndome perdón, novato de mí, por tener que acarrear con su mochila, pero.... vete acostumbrándote, me vino a decir. Hoy, en el día internacional de la minería a cielo abierto, mi reconocimiento para esta especie. Mientras sigan entre nosotros, es que el Estado de Bienestar funciona.