uego dicen que los periodistas explicamos la misma realidad desde prismas tan diferentes que a veces una misma noticia, leída en dos periódicos, parece que sean dos distintas, pero lo de los jueces tiene mucho más mérito porque consiguen, ellos sí, crear dos realidades antagónicas, que conviven en el tiempo: lo que en Baleares se puede, en Euskadi se veta. Y digo dos realidades por delimitar un poco, porque hemos visto tres, cuatro, cinco realidades simultáneas y las que vendrán. No entiendo nada de lo que se puede o no se puede hacer, y de los porqués para convertirlo en norma en un sitio sí y en otro no, aunque aquí estemos objetivamente peor porque la pandemia nos está azotando mucho más fuerte. Afortunadamente, mis compañeros se lo explican mejor que yo en las siguientes páginas para que sepan moverse por esta nueva realidad que arranca mañana, en la que los gobernantes, incapacitados por los jueces para poner todos las mismas normas si quieren, nos piden prudencia y autocontrol. Otra vez. Pero creo que se impone que los jueces hagan urgentemente pedagogía de sus decisiones para que entendamos las razones o corremos el riesgo de que la gente se tome la Justicia como el pito de un sereno que es, según las encuestas, como se toman ya a los políticos y a los periodistas. Bienvenidos al lado oscuro. Dicen que lo nuestro es por el intrusismo y el famoseo metido a a la tele y al politiqueo. ¿Y lo suyo?