o hace falta tener un conocimiento profundo de la psicología humana para darse cuenta de algunas de las consecuencias que está teniendo esta pandemia. Hartazgo, cansancio, cinismo, incredulidad, individualismo, depresión, fobias... Las ya de por sí crispadas redes sociales son un caldo de cultivo para abonar ese discurso derrotista previo a la batalla, pero ¿contra quién? ¿Quién es el enemigo? Yo pensaba que era un virus de origen animal que se detectó en China allá por diciembre de 2019. Pero no... La lucha es contra el otro, contra el Gobierno Vasco por su infame gestión, contra Osakidetza por convertir la Atención Primaria en un call center de gestión de servicios médicos vía telefónica, contra el empresario irresponsable que no garantiza la seguridad laboral de sus trabajadores, contra esos jóvenes egoistas que se reúnen en las bordas para celebrar fiestas prohibidas permitiendo la transmisión comunitaria, contra la andereño descuidada que abraza al niño que está llorando, contra ese vecino negacionista que se mete en el ascensor cuando no está vacío, contra ese indeseable compañero de trabajo que usa mal la mascarilla, contra la empleada de la limpieza incompetente que no desinfecta lo suficiente... Demasiados enemigos para salir vencedores.