n desastre. Este año solo me han caído dos pares de calzoncillos por Reyes, unos sobrios (elegantes les dicen algunos) y otros con flores, que elegí yo mismo, todo sea dicho, porque ese día me sentía rebelde y cometieron el error de llevarme de compras y preguntarme qué quería. Total, otro nuevo año cargado de ilusión y esperanza mientras la cuenta atrás se pone en marcha. Sí, sí. La cuenta atrás. Porque a estas alturas, visto lo sucedido ayer en Washington DC, es cuestión de tiempo que Pablo Casado en persona o algún otro político a lomos de un caballo lance un golpe directo a la yugular del sistema (no voy a llamarlo democrático) que nos habíamos dado para tener la fiesta en paz en el periodo de entreguerras, entre elección y elección. Si los americanos se atreven€, ¿va a tener menos narices un español?, ¿uno de pura cepa, quiero decir? Yo hace un par de años tenía cierta esperanza en el futuro, incluso en los jóvenes. Me caen bien, en líneas generales, porque yo de joven me lo pasé pipa y me trae grandes recuerdos ver chavales y chavalas haciendo el chorizo. Pero a día de hoy no. No me gusta en qué nos estamos convirtiendo, ni a dónde vamos... Y me dicen que los Reyes Magos ya no traen regalos a los rojos. ¿Alguien sabe si es cierto?