os sectores que se sienten a salvo de la amenaza escrita en el chat de los militares que enviaron una carta al rey indignados con el gobierno "socialcomunista" porque lleva a España al abismo, tratan de quitar hierro a sus amenazas, llaman la atención sobre el hecho de que los militares son jubilados y que, por lo tanto, se pueden expresar libremente, no como antes, cuando se debían a las obligaciones del uniforme. Otros, como Odon Elorza, se saben dentro de los 26 millones de "hijos de puta" que merecen morir y por eso arremetió contra Vox en el Congreso, cuyo líder dejó escrito hace poco en ese chat un mensaje de complicidad con los antiguos mandos del Ejército. Mientras Felipe VI guarda un silencio inquietante ante esta amenaza a más de la mitad de sus súbditos, el jefe del Estado Mayor ha aclarado que es una opinión que no representa a las fuerzas armadas, lo que es un alivio, aunque más que una opinión parece un delito de odio como mínimo. Pero la cuestión no es si esta frase u otras de parecido tenor que quedaron registradas en el chat representan al Ejército, sino el nivel de simpatía que encuentran estas opiniones en los cuarteles. La cuestión que queda por resolver es quiénes integran el grupo de 26 millones que merecen ser fusilados. Porque son más del doble de todos los votantes de la mayoría frankestein que forman el gobierno de Moncloa y los partidos que lo sostienen.