s curioso comprobar cómo se trata desde las diferentes atalayas mediáticas el privilegiado lugar que ocupa la Real, merecido a todas luces por mucho que algunos echen de menos a otros equipos más habituados a habitar en la zona alta de la clasificación. Los de Imanol, gran artífice de la brillante trayectoria del conjunto txuri-urdin, van a lo suyo, sin despistarse por más que desde ciertos sectores quieran provocarlo. Encuestas de programas deportivos, como Estudio Estadio (haciendo de menos a la Real); opiniones de periodistas que ya están de vuelta, como Roberto Gómez (tildando de folclórica a la formación realista); o desprecios de tertulias radiofónicas, como las que se emiten desde Madrid (obviándola cuando analizan a los equipos punteros de la Liga), no tienen que desviar nuestra atención de lo que verdaderamente nos importa. Que no es otra cosa que el gran equipo que ha conseguido conformar el cuerpo técnico, en colaboración con la dirección deportiva del club, que parece dispuesto a protagonizar una nueva época dorada. Ayer no pudo salirse con la suya ante un rival de enjundia, tercero en la clasificación, como el Villarreal de Unai Emery (1-1). Pero esta temporada la Real ya ha demostrado que va en serio. Como seguro que les dice Imanol a los suyos: nosotros, a lo nuestro.