an editado un manual de buenas formas con el Whatsapp. Pues bienvenido sea, aunque algunos ya tenemos opinión sobre determinados mensajes. Por ejemplo, no me gusta que me lleguen ni muy pronto ni muy tarde. Pues quita el sonido, me dicen. Pero no lo hago porque puedo recibir un mensaje verdaderamente importante. He silenciado los grupos, ya que de un frase nacen muchas más y todas con su pitido correspondiente. Pero no quiero anular todos los posibles avisos por la noche. Y por eso a veces me despiertan a las 7.00 de la mañana con un recado que podía esperar hasta las 10.00 o de madrugada con un chiste totalmente prescindible. Quizás el manual de buenas formas me diga qué hacer cuándo recibo un vídeo de media hora, que no me pienso tragar. ¿Contesto sin haberlo visto? ¿Aparento haberlo visto? ¿Me hago la loca? Pues no contesto nada y quedo como una borde. Si cuando lo veo me gusta, aun puedo decir algo pero ¿si no le veo la gracia? Mejor no lo digo. Y con esta posición enfurruñada ya no me importa salirme de grupos que me molestan por su mucha actividad y poca sustancia. Sé que hay gente que no se atreve a decir adiós, por no hacer una afrenta a sus amistades. Pero los buenos amigos no se alimentan del Whatsapp ¿A que no?