Valentina Tereshkova fue la primera mujer que viajó al espacio exterior. El 16 de junio de 1963 dio 48 vueltas al mundo durante 70 horas y después cayó en paracaídas 6.000 metros. Fue a parar a Kazajistán, donde la campesina que le ayudó con la ropa -cuentan- le preguntó si había visto a Dios. Fue la sexta misión del programa Vostok, el que arrancó dos años antes Yuri Gagarin. La madre de Tereshkova, que no tenía televisión en casa, fue invitada a la de unos vecinos para ver cómo su hija estaba en el espacio. Ella se pensaba que su hija estaba en el campeonato de paracaidismo. Al regresar, Tereshkova decidió que no volvería a subir ahí arriba. Se doctoró en Ingeniería Espacial en 1977 y llegó al Comité Central del Partido Comunista. Con 83 años, ayer intervino en el debate constitucional que Rusia afronta estas semanas. Los críticos con Putin denuncian que la reforma es una forma de perpetuarse en el poder. La mujer llegada del espacio propuso una enmienda para eliminar el límite de mandatos o ponerle a Putin el contador a cero. Así podrá llegar hasta 2036 convertido en una deidad. Quizá esa con la que Tereshkova, a la vuelta del espacio, no se cruzó. Al parecer, respondió a la campesina, su nave seguía otra ruta.