Me sorprendió ayer que La Vanguardia, el diario más importante de Catalunya, apenas reservara un recuadrito de su primera página al comienzo de la campaña electoral de cara al 12 de mayo. Luego, es verdad que el titular sí recalcaba la importancia de los comicios -”cruciales para Catalunya y España”, anotaba-, pero la apertura era para el momento zen de Sánchez (lógico, de acuerdo) y la gran foto se dedicaba a la cuota turística de Venecia. Por supuesto, el despliegue en el interior era completísimo y con la calidad habitual.

Más allá de esta menudencia, está claro que este primer fin semana de la campaña tiene banda sonora de Manzanita. Los acordes de 'Por tu ausencia' se cuelan en todos los mítines en varias versiones. En los del PSC, como es normal, con emoción a flor de piel y plegarias para que el líder se quede.

El resto de los partidos incorporan versos incisivos como “a la política se viene llorado de casa” (Puigdemont) o “Yo también quiero a mi mujer, pero sigo de pie” (Aragonès).

Incertidumbre

De momento, es claro que Sánchez ha conseguido ser el protagonista de los primeros actos de la carrera electoral. Mala cosa será que lo siga siendo a partir del lunes, cuando comparezca para sacarnos de este totalmente evitable limbo en el que nos mantiene desde hace dos días y medio.

Decida lo que decida, su actuación ya ha servido para desviar la atención sobre los asuntos que se dilucidarán dentro de dos semanas y un día en las urnas. La gran pregunta (por lo menos, la de quien teclea a seiscientos kilómetros) es si después del recuento habrá posibilidades de formar un gobierno mínimamente estable.

El consenso de los sondeos conocidos hasta ahora apunta a que no. Si bien hay coincidencia en que la lista encabezada por Salvador Illa será de largo la más votada, la promesa de ERC y la plataforma personalista de Puigdemont de no pactar con los socialistas convierte el triunfo en simbólico.

El otro punto de interés, casi de morbo, es ver cuál es la fuerza soberanista más votada. La balanza se inclina hasta ahora por Junts. Pero también eso quedaría en anécdota si, como no se predice ni siquiera con la CUP alcanzarían la mayoría absoluta. ¿Otras elecciones a la vista? Pues...