Tan Bien no estaba

– Una coreografía perfectamente diseñada. A primera hora de la mañana, los siete integrantes de las listas electorales de EH Bildu con delitos de sangre anunciaban que no tomarían posesión de sus cargos en caso de ser elegidos. Lo sencillo habría sido decir que comprendían el dolor provocado a las víctimas. Pero aunque en el escrito había algo parecido a esa idea, el resto eran justificaciones. A la hora del Ángelus, comparecía el coordinador general de EH Bildu para leer un comunicado que atendía al mismo estilo. Como si no hubiera sido una decisión tomada en la sala de máquinas de la coalición soberanista, se aplaudía la decisión de los que dan un paso a un lado. En el argumentario se volvía a echar la culpa al empedrado (una campaña de acoso y derribo) y se recordaban los compromisos por las vías pacíficas. Nada que objetar, si no fuera porque se nos podía haber evitado este episodio. Por lo demás, después de haber defendido con uñas y dientes esa configuración de las listas, la pregunta es a santo de qué la rectificación. A ver si va a ser que tan bien no estaba.

¿Táctica o convicción?

– Entre otras valoraciones de quienes, pese a todo, se alegran por la reacción, resulta sustanciosa la de Aitor Esteban. Después de dejar claro que le parecía un paso positivo, el portavoz jeltzale en el Congreso, se preguntó si la rectificación obedecía al cálculo electoralista o a una reflexión ética.

No es el final

– Con todo, no esperemos que este giro vaya a sacar la cuestión de la campaña. El PP, y particularmente, su lideresa in pectore Ayuso, no soltará la presa. Nada más conocer la noticia, la emperatriz de Sol corrió a negar la mayor con uno de sus razonamientos de pata de banco: “No me parece que podamos fiarnos. ¿Quién puede creer a unos asesinos que no han mostrado arrepentimiento?”. Apenas diez minutos antes, su teórico jefe en el organigrama, Alberto Núñez Feijóo, se había atribuido como victoria propia haber provocado el desistimiento de los siete candidatos de la coalición que ya no lo son.

Fe de errata

– Y para sofoco de este escribidor, no de errata de imprenta, sino de un fallo garrafal. Ayer, al final de estas líneas, y hablando sobre la presencia de la exdirigente del PSE Gemma Zabaleta en un acto de EH Bildu en Usurbil, daba por hecho que la aludida mantenía su militancia. Como corrieron a avisarme amables lectores, Zabaleta devolvió su carné en 2017, después de que el PSOE acordara con el PP la promulgación del 155 para Catalunya. Les prometo que no hay peor penitencia que la vergüenza.