¿Qué es ‘Pipper en ruta’?

Un nuevo formato de programa de viajes, con mucho humor, en el que un perro comparte sus opiniones sobre los humanos.

¿Cómo ha sido la grabación? Decía Hitchcock que no había que rodar con animales...

Pues sí, bastante complicada. Pipper no es un perro adiestrado y el programa tiene mucho trabajo de guion y edición. Pipper en ruta es una buena muestra de que las producciones salen adelante cuando el engranaje funciona. En este caso, el éxito pertenece al magnífico grupo de profesionales que hemos formado y que es capaz de sortear casi cualquier dificultad del camino. ¡Hasta nos hemos atrevido a juntar perros y niños en la misma escena!

Documentales de varios temas, thrillers, comedias, animación para niños…

Todo son historias y exigen lo mismo: escuchar atentamente a los protagonistas. Para mí, cada proyecto es una oportunidad de aprender. Tocar géneros distintos te permite acercarte a personas que de otra manera quizás no conocerías. Y esa necesidad de salir constantemente de nuestra zona de confort es un tesoro y el mejor entrenamiento para que la creatividad se mantenga viva.

¿En cuál se siente más cómoda?

Esta es una pregunta parecida a la de ¿a quién quieres más, a papá o a mamá? Depende del momento, de la historia, de mi situación personal… por ejemplo, la comedia es una tabla de salvación para las épocas oscuras.

También dirigió el filme ‘Sin retorno’, que cosechó varios premios.

Tuve la fortuna de poder dirigir mi primera película en Los Ángeles con 28 años y el reconocimiento, tanto de crítica como de público, fue una alegría inesperada. Sin embargo, cuando volví a España, tuve que empezar de cero. Fue duro aceptar que los premios no iban a ayudarme y tuve que replantearme mis sueños. Con los años he aprendido que la mejor manera de crecer es salirte de ese camino que crees tener tan claro.

Con la cantidad de oferta que hay hoy, ¿cómo conseguir destacar en el escaparate audiovisual?

Cuestionando los estereotipos. Buscando nuevos puntos de vista. Dando voz a quien no la ha tenido. En resumen: contando buenas historias.

¿Las plataformas han sido una bendición para su sector?

Sin duda. Pero después del boom, vendrá la calma.

¿Han cambiado el modo de escribir y producir?

No demasiado. En Estados Unidos aprendí a cortar y recortar, y a no tomarme nada por lo personal (aunque, a veces, sí lo sea). Entré en el mercado laboral con esos deberes muy bien aprendidos. Lo que está muy claro ahora en España es que no podemos hacer perder el tiempo a nuestra audiencia. La paciencia se ha convertido en un bien escaso. Para mí, el mayor cambio es el que vivo como mujer. Seguimos siendo pocas en puestos de poder, pero nuestra voz es más poderosa. Y nos hemos cansado de sentirnos vampirizadas.

No nos olvidemos de su faceta de escritora. Ha publicado cuatro novelas. Ya toca otra...

Estoy en ello. La literatura que a mí me interesa es un refugio para la experimentación y tiene otros tiempos y otro lenguaje. Para mí es un sin prisa, pero sin pausa.