“Jindama de Sánchez” - Después del show de hace dos semanas en Madrid, mañana toca sarao callejero contra la amnistía en Barcelona. “¡A la calle contra la jindama de Sánchez!”, titula Agapito Maestre su arenga en Libertad Digital. Jindama, pedantería innecesaria, es sinónimo de cobardía. Una vez explicada la tontuna, les sirvo medio gramo de la farlopa dialéctica: “Tengo la sensación de que el teatrillo ridículo montado por Sánchez empezará su fin el domingo, 8 de octubre, en Barcelona, cuando la gente salga a la calle a decirle al medroso socialista”. Seguro que sí.
“La calle nos salvará” - Esa idea de que salir a pisar el asfalto con unas banderas rojas y amarillas derrotará a los malvados está muy extendida. “La calle impedirá la amnistía”, sueña en voz alta la columnera de Vozpópuli Irene González, antes de arengar a las masas: “No cabe mirar al Congreso de los Diputados, vaciado de su condición de soberanía nacional y secuestrado por los enemigos de la nación que lideran el golpe final a nuestro estado de derecho con esta amnistía. No podemos permitirnos quedarnos en casa ni permitir que político alguno desactive la movilización que en estos momentos necesita España”.
“Clamorosa demostración” - Por ahí va también el veterano Abel Hernández en La Razón: “Solo queda la calle, donde se barrunta una rebelión ante el aumento de la provocación política. De ahí la importancia de la manifestación del domingo en Barcelona, contra la amnistía a los golpistas y en defensa de la Constitución. Será un aviso y una clamorosa demostración de que Pedro Sánchez ha perdido el favor de la calle”.
“Hay que movilizarse” - En The Objective, Xavier Pericay también aporta su cuota por la causa: “Por ellos, por esos españoles sin amparo, hay que movilizarse sobre todo el domingo. Para tratar de impedir que una futura amnistía a quienes delinquieron y prometen volver a hacerlo”.
“Gobierno fentanilo” - Y si todavía no están convencidos, aquí tienen a Federico Jiménez Losantos en El Mundo, ejerciendo de flautista de Hamelín: “Así que este domingo, en Barcelona, primera manifestación de ciudadanos erguidos. Ante el gobierno fentanilo no hay que bajar los brazos jamás”.