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Con la venia

De lo universal a lo particular

Nuevo curso político y algunas novedades sonadas, pero apenas ha variado el escenario

De lo universal a lo particularN.G.

Aunque sólo sea por higiene mental, es conveniente prescindir del comentario sobre la atmósfera tóxica que nos ha impuesto el histrión aspirante a dictador universal con su interrupta arancelíada. Tiempo habrá para analizar sus consecuencias en lo económico, lo político y lo social. Como la vida sigue, en nuestro entorno más próximo no está de más echar un vistazo a nuestro particular ambiente político dejando lo universal para otras ocasiones que, sin duda, llegarán.

Como quien dice, aquí estrenamos curso. Ya ha cumplido sus días de gracia el nuevo lehendakari y los partidos que juegan en la máxima han celebrado sus congresos con mayores o menores convulsiones según se quiera interpretar. Nuevo curso político y algunas novedades sonadas, pero apenas ha variado el escenario: el intento de relevo en la hegemonía abertzale por parte de una EH Bildu ya reconvertida en puro Sortu, y la resistencia por mantenerla por parte del PNV, que sigue gobernando con el PSE aunque a la hora de competir apenas pinta.

De lo universal a lo particular

Afortunadamente, esa rivalidad que, además significa ejercer el poder, se ejerce con relativa moderación, es decir, sin los elementos perturbadores de otros tiempos. Sin embargo, no nos vayamos a engañar, esa rivalidad se disputa a cara de perro. Es lógico que al PNV le benefician su larga historia, sus apoyos sociológicos y su ejercicio de gobierno. A EH Bildu, por su parte, le impulsa la ola del cambio y la relativa comodidad del ejercicio de oposición sin la máxima responsabilidad de gobernar el país, contando también con amplia experiencia en el gobierno municipal.

Decíamos enfrentamiento a cara de perro, y así se demuestra en el desacuerdo permanente del aspirante a cualquier iniciativa que provenga del titular. En esta nueva legislatura, EH Bildu no ha firmado un solo acuerdo trascendente con el Gobierno del PNV-PSE, con la excepción de los Presupuestos de Araba y ello para evitar que pudiera contarse con Podemos. EH Bildu sabe que cuenta con el evidente desgaste que el PNV ha evidenciado en los últimos tiempos y no ha escatimado esfuerzos para desestabilizar y desgastar a su máximo rival. Como ya se ensayó, con éxito, en la pasada legislatura, Sortu y las múltiples plataformas que controla, con la ayuda de los sindicatos ELA u LAB, ha vuelto a trasladar a las calles todas las reivindicaciones posibles traducidas en huelgas, manifestaciones y movilizaciones con el consiguiente desgaste del gobernante. La sanidad, la educación, la vivienda, la seguridad, las pensiones… Hay mucho terreno y suficientes deficiencias para movilizar la calle. Sortu reitera la necesidad de un cambio de modelo en este país, y sería bueno saber a qué modelo hay que cambiar.

EH Bildu ha sabido recuperar la solvencia en Madrid a base de modular su discurso, capacidad para acordar y puro ejercicio de democracia, hasta el punto de que ha dejado atrás el rechazo irracional con el que se le trataba en otros tiempos y su representación está homologada como partido democrático y sólo la derecha extrema y la extrema derecha mantienen las demonizaciones de antaño. Aquí, Sortu sigue estrechando el cerco al adversario con muy distinto talante. Queda por ver con qué PNV se va a encontrar tras el nuevo ciclo iniciado por los jeltzales. l