No sé si a estas alturas del día un ciberataque a nivel planetario nos habrá colapsado las comunicaciones. Ese terrorismo de las redes se ha dado cuenta de lo vulnerables que son los organismos a través de sus sistemas informáticos. Bueno, nada nuevo en la historia de la humanidad donde tanto las civilizaciones llegaron o fueron exterminadas por los caminos que se habían hecho para comunicarse y vivir tranquilamente. La televisión puede ser una de esas víctimas de ataques. Y más, ésa que se está construyendo para el futuro. Porque lo cierto es que a día de hoy nadie puede pronosticar qué plataformas van a ser las que se dediquen a hacer la televisión del futuro ni siquiera a través de qué soportes. Facebook es la última que ha dicho que quiere meterse en el negocio de la televisión, pero a su vez también lo han hecho otros compañías como Amazon o Apple. Lo que tenga que ser será y por mucho que nos guste ver la tele desde el sofá del salón, lo mismo acabamos viéndola en el techo de la habitación o en el felpudo de casa. ¿Dónde veremos el Festival de Eurovisión en el futuro? Pues eso mejor se lo preguntan a José Mª Íñigo que en esto de adelantar el futuro es un artista. Aunque más que adelantar el futuro algún programa de esta semana ha vuelto al pasado de una manera preocupante. Risto Mejide estrenó esta semana un programa de aquellos que movía la caravana del amor y llamó calientapollas a la concursante que supuestamente debía entrevistar. Un ataque a la inteligencia que deja en poca cosa a esos hacker informáticos. Más o menos como esa reiteración de los Desayunos de TVE en los que Francisco Franco sigue siendo su “caudillo”. Poca novedad, en una sociedad que lo ha mantenido al resguardo de su democracia durante más de cuarenta años. Hay ataques que vienen de fuera y otros que aburren. Por muy repetidos que sean, no dejan de ser impresentables por el machismo que portan o por el dictador al que camuflan.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
