el pasado domingo visitaron el plató de Chester in love (el programa de Risto Mejide en Cuatro) tres personajes que han vivido situaciones extremas de supervivencia y dolor humano en tres escenarios distintos y cargados de elementos vivenciales de superación y combate vital por la existencia. Dos mujeres y un hombre que contaron bajo la hábil conducción de Risto Mejide tres trayectorias de vida al borde de la muerte.

Una mujer que sufrió con su familia un terrorífico terremoto y consecuente tsunami en las costas asiáticas, un superviviente de la tragedia de los Andes, y una presentadora de tele contando su pelea por sobrevivir a un maligno cáncer al que ha vencido.

La nueva estructura del programa de Risto está acertando con tres personajes que tienen que ver con el enunciado de cada noche televisiva. Dios, el dinero, la supervivencia humana son excelentes perchas en las que el conductor cuelga la experiencia traumática de los invitados. En el último caso la presencia de un miembro del equipo de rugbi uruguayo que supervivió a la experiencia extrema de más de cuarenta días a cuatro mil metros de altitud en un escenario de nieves perpetuas y más de treinta grados bajo cero en la cordillera de los Andes llenó la noche de emociones, narraciones espeluznantes y testimonios de convivencia, solidaridad y extremas experiencias antropófagas.

Risto supo conducir este componente de la tragedia andina con habilidad y respeto frente a un personaje que asumió con serenidad y equilibrio la experiencia de tener que comer del cuerpo de sus compañeros en las situaciones agobiantes de despensa vacía. Tener que disponer del cuerpo de los compañeros muertos en la tragedia sumó verdad a la equilibrada narración del expedicionario Carlos Paéz Rodríguez, Carlitos, quien apenas tenía dieciocho años cuando ocurrieron los hechos, en una noche de doliente humanidad.