Beatriz Montañez
la Sexta, emisora de televisión fagocitada recientemente por el imperio Planeta, acaba de perder una interesante pieza profesional del programa referente El Intermedio, donde el Gran Wyoming hace crítica diaria con especial sentido del humor de las noticias de actualidad al estilo de los grandes conductores norteamericanos como Stephen Colbert o Jon Stewart. La marcha de Beatriz Montañez del espacio supondrá la necesaria reconducción de la dinámica del programa ya que no será fácil su sustitución. Esta joven comunicadora comenzó hace cinco años su arriesgada andadura en la tele sociata y con tesón y empeño consiguió hacerse hueco importante en un campo abrasado por la presencia, estilo y dominio del conductor con quien copresenta un producto adobado con aportaciones reporteriles de Thais Villas, Usun Yoon, Gonzo y Javi Martín. La inconfundible figura de Montañez, su modo de peinarse, de maquillarse, de construir una manera singular de estar ante las cámaras le ha valido reconocimiento profesional y sitio entre la miríada de presentadoras. La manera ácida y a la vez elegante de decir los textos bien guionizados han hecho de este valor profesional una cita obligada cada noche para escucharla junto a Wyoming con su estilo firme ante el foco de la cámara, aguantado con un excelente saber estar los avatares de un programa a veces enloquecido por el estilo punto absurdo del conductor. Cejas señaladas, labios repintados, cuerpo erguido para dar paso a las noticias con soltura y gracejo inigualables. Hace un par de días le montaron una despedida cariñosa y colega en el plató de El Intermedio y no sabemos por qué se va, pero lo cierto es que ha abandonado la televisión posiblemente agotada del trajín del programa diario. Como dijo en su marcha del programa "de la tele no se va al paro, se va a terapia". Suerte, compañera.