Los programadores de TVE han desarrollado un tipo de producto basado en el reportaje televisivo para construir sus parrillas de programación, destacando de modo singular dos espacios de éxito como son Españoles en el mundo y Destino, España, que se han convertido en referentes de la audiencia, compitiendo con las producciones de similar trazo en Cuatro y La Sexta.
El reportaje permite exploraciones, narrativas y modos televisivos más allá de la simple información. Los reportajes de éxito saben añadir a los personajes, escenarios y situaciones, elementos de color, empatía y cercanía que resultan fundamentales para que estas piezas informativas funcionen. Es paradigmática la escuela de reportajes del programa Informe semanal, creada por Pedro Erquicia, pero lo logrado hasta el momento por Españoles en el mundo supera lo anterior con ricos matices de interpretación, cercanía y proximidad de los famosos durante sus diez minutos de gloria.
El planteamiento de ambos espacios está basado en contar la historia real, cotidiana, vivida de los protagonistas de cada semana. El matiz de residir en países lejanos o cercanos, modernos o exóticos le da una nota de color e interés que los responsables de los dos programas cuidan con atención.
Un montaje inteligente y brillante, con actuaciones llenas de frescura y naturalidad hacen de los programas vidas cotidianas reflejadas en el espejo de la cámara. Todos podemos ser protagonistas de estos reportajes, o nuestros familiares o amigos y el reparto de personajes en el mundo se amplía en un abanico multicolor, multirracial y global. Y todo ello con un ritmo ágil, actual, capaz de llevarnos a Toronto, las Seychelles o las costas piratas del Índico. Todo con la sencillez de la cámara que va y viene, reflejando el pasar de los días de ciudadanos en el mundo.