CUENTAN las crónicas que cuando el Consejo de Administración de RTVE debatió el planteamiento programático sobre la cobertura necesaria para atender el tercer viaje del Papa a España, pidió que se hicieran las cosas con mesura y equilibrio. Finalizada la visita, se ha denunciado el excesivo seguidismo e incoherencia de radio y televisión públicas, RNE, Radio 5, TVE, 24 Horas atendiendo la presencia y actividades del Pontífice en la JMJ y por ello han criticado la saturación de la parrilla de programación con retransmisiones sinfín, de indudable interés para los fieles católicos, cuyos medios, Tv13, Cope, han atendido tan egregia presencia con suma atención y entrega, que para eso son lo que son. Mesura y equilibrio son dos términos difíciles de conjugar cuando se planifican retransmisiones que parecieran ser la espina dorsal del programa papal, cuyas actividades se diseñan en función de la presencia de cámaras y micrófonos, más allá de los minutos en informativos y programas especiales. De ahí a hacer de las retransmisiones el corpus de la parrilla durante los días papales encaja difícilmente con equilibrio y medida demandados y se puede rozar la desmesura con prácticas semejantes. El interés informativo de las jornadas no se le escapa a nadie (5.000 periodistas acreditados), pero también es necesaria una reflexión sobre el comportamiento audiovisual del grupo público, que ha dedicado 300 profesionales a una cobertura que se ha podido desbordar por falta de equilibrio y proporción. Hay que establecer una relación equilibrada entre importancia y trascendencia con mi- nutos de emisión y medios utilizados y más en un país de innegable tradición religiosa pero con una constitución no confesional. Entre el nacionalcatolicismo y el ninguneo infor- mativo hay un criterio de común sentido que es necesario encontrar.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
