En 2012, el entonces gobierno del PP llevó a cabo una serie de actuaciones en el ámbito laboral que significaron una reforma que cambió (a peor) las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores sin ningún tipo de consenso. La oposición, entonces representada principalmente por el Partido Socialista y Obrero, se comprometió de manera solemne a derogarla cuando volvieran a gobernar. Hete aquí que el PSOE llegó al poder y, en coalición con Unidas Podemos, firmaron un acuerdo de gobierno, para derogar aquella reforma del PP. Estamos acostumbrados ya a que políticos y gobernantes incumplan o se olviden de sus promesas, una vez que llegan a las tareas de gobierno o bien que se queden a medias, perdiendo todo su significado. Tengan compromiso y credibilidad con aquello que prometieron y aunque a buen seguro las derechas y extremas derechas vaticinen la ruina total o pronostiquen que mamá Europa nos regañe, no nos defrauden, no les defrauden.