La gente que sentimos los colores de la Real estamos viviendo momentos muy dulces. En el equipo femenino hubo muchas bajas durante el verano, y nos hizo temer que el proyecto tuviera consecuencias negativas de cara a la temporada que se acaba de iniciar. Con dos partidos disputados contra el Valencia en Zubieta y el derbi en Bilbao, ha bastado para comprobar que, lejos de desmoronarse, el proyecto se ha reforzado con los fichajes realizados, más las de casa que han querido quedarse. Nerea Eizagirre, ejemplo de sentimiento de pertenencia al club, renovada y con brazalete de capitana (igual que Oyarzabal en el primer equipo), han reforzado y de qué manera el fútbol femenino. Las chicas de la Real practican juego vistoso con buena técnica y toque de balón que muchos equipos masculinos quisieran tener. Verlas jugar es una gozada y algún mérito tendrá Natalia Arroyo para que eso suceda. La afición de la Real tenemos motivos para sentirnos orgullosos, todos y cada uno de los equipos están dando una excelente imagen.