La gente de la Real Sociedad celebramos la consecución de la Copa a nuestro estilo. Los vecinos sacaron la gabarra antes de tiempo para comprobar sí flotaba en la ría y en el medio público EITB fue la noticia de aquella jornada. La Real se presentó en La Cartuja para ganar la Copa y lo consiguió sin hacer ruido. El medio público afín a los intereses del rival había prometido un programa especial que no pudimos ver porque fue suspendido sin motivo alguno. En una situación normal, las gentes de Gipuzkoa hubiéramos tributado nuestro cariño al equipo montados en el autobús (municipio a municipio, cómo hace 34 años). No nos hace falta sacar una tripulación que recorra por las orillas del Oria-Bidasoa o Urumea para que los nuestros sean aclamados. Con este paralelismo quiero hacer ver que la gente guipuzcoana de la Real no necesitamos de altavoces mediáticos porque sabemos que somos grandes. Cada uno con su estilo de juego ganamos la final y también celebramos de igual manera.