Los enfermos de la pandemia asisten con insuficiencia y abandono institucional, a los efectos negativos producidos por el COVID-19 y consideran que han sido y son desatendidos, tanto por la UE como por el Consejo Interterritorial de Salud y LABI. Los malignos efectos que el contagio viene produciendo en la población provocan verdaderas situaciones dramáticas. Al margen de la fatiga, son constantes los malestares y dolores de cabeza, musculares, garganta, etc. Profesionales sanitarios, técnicos e implicados abogan por una planificación y medidas urgentes para combatir los problemas originados por el patógeno.