La despedida de Borja Sémper deja descabezada a la cúpula del PP en Gipuzkoa, donde la formación había perdido desde hace años (casi) toda representación.

Numerosas voces han lamentado la pérdida de un líder a quien califican de "moderado", y él mismo llora que su formación se esté acercando a Vox. Me pregunto por qué ha esperado a ser contratado por una consultora antes de abandonar la batalla, justo cuando el PP necesita más que nunca de ese moderantismo. Término que debe cogerse con pinzas, porque Sémper lleva desde los 17 años en el PP, cuando compartía filas con un Abascal que jamás ha cambiado sus ideas.

Cabe destacar además a Sémper como una de las voces más críticas con Álvarez de Toledo, que acusó a los populares vascos de "tibieza" contra ETA. Recuerdo a Alfonso Alonso decapitando a Arantza Quiroga por mostrarse abierta a una mesa de diálogo con EH Bildu, para después erigirse él líder del PP vasco a su vuelta de Madrid. ¿Le sorprenden a Sémper las declaraciones de Álvarez, y no en su día las de Alonso? ¿Tendrá que ver que Casado confíe más en un perfil de tipo Arcauz que en el suyo? Ondo ibili, Borja.