Es la expresión en euskera del castizo: ¡Mira quién fue a hablar! Así sería el diálogo de besugos entre el PP y el PSOE a la vista de la sentencia del caso de los ERE. Casado, Egea, Cayetana, Maroto, entre los primeros espadas del PP, ya tienen dónde morder a Sánchez, a quien hace poco falta escarbar para cogerle en renuncio. En realidad habría que proclamar "que tire la primera piedra el que sea inocente", ya que estamos con refranes. Aquí solo se salvan los que todavía no han tenido la oportunidad de manejar fondos públicos. Esos son inocentes por imposibilidad metafísica. Claro que los argumentos del PSOE para hacer frente al tsunami no se sostienen, salvo que Celaá, Carmen Calvo, Susana o Ábalos crean que los españoles son retrasados mentales, pues parece que la consigna para el caso es afirmar que "ni Pepe (Griñán), ni Manolo (Chaves) se han llevado ni un euro". Por lo visto los socialistas consideran que afanar fondos públicos para financiar a los partidos entra en la ortodoxia legal y no son condenables por ello. Quizá los dirigentes del PSOE desconocen el significado de "clientelismo". Según la RAE, es el "sistema de protección con que los poderosos patrocinan a quienes se acogen a ellos a cambio de sumisión y de sus servicios". Pero el que puede dar lecciones de ética es el PP, pues tiene a gran parte de sus dirigentes procesados, pendientes de sentencia o ya encarcelados. Y siguiendo con la prestigiosa literatura picaresca tan española, habría que sugerir a los jueces que vayan analizando el dicho. "Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar". Aunque conviene entender correctamente el que dice "en todas partes cuecen habas".

En los valles y en el monte necesitas conocer muy bien el camino y las señales, de lo contrario caminarás en redondo hasta la extenuación. La niebla. Es como nacer ciego. Arriba, en la cima, cuando llegas, contemplas las nubes bajo tus pies. Pero no a la corte celestial; y cuando despeja ves todo el valle, los castaños, las ovejas y las yeguas guapas que miran de frente al sol. Ya te puedes morir, porque sabes que estás vivo chorreando de sal líquida en forma de sudor, la boca seca y hambre. El queso, la bota de vino, te ayudan a reconocer de nuevo que la hermosura está por dentro y por fuera y entra por los ojos en la forma temblorosa de los hayedos dorados al cobre, por los oídos en brisa, por el olfato en olor de musgo, por los labios en forma de beso y en el alma en forma de niebla. Es una de las razones por las que vivir; es la forma que la vida te regala un susurro y un parpadeo húmedo sin lágrimas.