Todos sabemos que la vida sigue, pero estas fechas navideñas y cada día de nuestra vida, tienen su color y su calor. Puede ser una fecha como cualquier otra, pueden ser unos días mágicos de amor, reencuentro y bienestar; al igual que pueden convertirse en unos días difíciles y de angustia. Creo que el mejor regalo que nos podemos hacer es comenzar 2020 con nuevos retos y objetivos, con ánimo y fuerza.

Lo importante es que cuando uno anda desesperado por la economía o cuando se está enfermo o se vive un problema grave en la familia o en el trabajo o en la relación, aparezca un rayito de esperanza. A lo largo de este diciembre, aunque sea tiempo de balances, suele ser también tiempo de recuerdos, de mirar atrás y adelante y de recordar lo que ha sido y es la Navidad. En los tiempos de Jesús, la situación era mucho más grave que la nuestra. Y José y María eran de los que peor lo estaban pasando. Ahora, en estos tiempos mientras los periódicos y la televisión nos siguen asustando con lo grave que está la cosa, y es verdad, lo que uno quiere encontrar es un camino para la solución.

Es importante no desesperarse y sentir la luz. Me encantaría que lo encontraras o que lo encontráramos. Hay un pensamiento precioso de Tagore: "La fe es el pájaro que canta cuando la aurora está oscura". ¡Feliz Navidad! Os deseo lo mejor para cada día de vuestra vida.