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Colaboración

Javier Otazu Ojer

Profesor de Economía de la Conducta. UNED de Tudela

CV (Currículum Vitae)

Es un momento adecuado para reflexionar acerca de cuál es la mejor forma de tener un Currículum Vitae (CV) que sirva para reflejar nuestro nivel académico, aunque eso es un error

CV (Currículum Vitae)Freepik

La realidad pasa con tanta rapidez que el asunto de los currículums y la batalla (una más, en este caso se denominaba titulitis) acerca de cuál era el partido que había mentido en más ocasiones ha pasado al olvido. Lo que no se puede olvidar es la insoportable sensación de que el ruido político sirve para ocultar muchas de las carencias que tiene nuestro sistema en problemas y retos sociales como los incendios, el desempleo, la gestión de la inmigración, la educación o la sanidad.

El mejor momento del año para realizar proyectos es, posiblemente, septiembre. Los propósitos de año nuevo se abandonan con rapidez; los del comienzo de la temporada de otoño cuesta más dejarlos ya que suponen firmar un compromiso con una Universidad, un gimnasio o una institución concreta. Abandonar de forma prematura nos supone un pequeño fracaso que deseamos evitar, aunque la realidad (más que la realidad, nuestros hábitos) son tozudos y nos cuesta mucho salir de la rutina.

Es un momento adecuado para reflexionar acerca de cuál es la mejor forma de tener un Currículum Vitae (CV) que sirva para reflejar nuestro nivel académico, aunque eso es un error. ¿Acaso los estudios nos dicen cómo somos? Simplemente indican que hemos adquirido unos conocimientos: otra cosa es su aplicación. De hecho, muchas Universidades Privadas han sido acusadas de crear “títulos a medida” que suponían un pequeño esfuerzo para los alumnos y les permitían, además, adornar su nivel académico. Por esa razón se ha propuesto una ley para regular este problema, aunque es una cuestión muy compleja. No sólo por la redacción de la comentada ley; hay otras circunstancias. Para el alumno que desea aprender, ¿se cubrirán las expectativas de aprendizaje? ¿Es adecuado invertir la cantidad de tiempo y dinero exigida? ¿Tiene el título al que aspiramos un prestigio reconocido por parte de las entidades privadas? Para el alumno que desea aprobar, ¿bastará un mínimo esfuerzo para realizarlo? ¿Me puede ayudar Chat GPT para estudiar con más rapidez o realidad trabajos?

Tener un Grado no supone necesariamente una aptitud perfecta para el correcto desempeño en el mercado laboral. Cada empresa es un mundo: tiene su idiosincrasia y su contexto, en forma de proveedores, clientes o competencia. Una persona titulada está mandando diversas señales. Sabe trabajar en equipo, se ha esforzado durante unos años para terminar sus estudios (sacrificando además un salario alternativo en otras ocupaciones profesionales: es el denominado “coste de oportunidad”) y, claro que sí, ha adquirido unos conocimientos concretos. Todas estas características le hacen ser un posible candidato para un puesto. Una vez contratado sólo se aprende... Haciendo.

Muchos empresarios valoran dos aspectos relevantes de sus trabajadores potenciales. En primer lugar, que piensen en el valor que aportan más que en su salario. Nadie va a pagar 2.500 euros brutos al mes a una persona que le genere unos ingresos adicionales de 2.000. En segundo lugar: además de sus estudios, ¿qué otras actividades han realizado? En otras palabras, ¿qué es mejor? ¿Alguien que tenga dos Máster en la Universidad de Villa-Rebuzno de Arriba o alguien que, por ejemplo, haya sido árbitro de baloncesto, haya realizado voluntariados, haya trabajado mientras estudiaba los fines de semana y haya ganado un concurso de poesía? No hay ninguna duda.

Existen demasiados altos cargos públicos que tienen tres limitaciones extraordinarias. Uno, se deben a su partido. Aunque en teoría eso no debería ser problema para tomar decisiones, en la práctica lo es. Se sigue una disciplina, se obedece a quien manda. Dos, no están acostumbrados a tomar decisiones en momentos de alta incertidumbre. La DANA de Valencia y los incendios de cada verano son claros y trágicos ejemplos que lo demuestran. Tres, la burocracia y regulación existente provocan unos retrasos enormes entre un suceso concreto y la respuesta que se decide establecer. Ninguna de estas limitaciones se arregla con un currículum tan extenso como vacío. Sólo la experiencia de haber estado en situaciones similares nos puede ayudar.

Los estudios están sobrevalorados mientras que la experiencia vital (no tanto la profesional) está infravalorada. Sin embargo todavía falta un punto más: la persona. ¿Qué valores tiene? ¿Cuál es su propósito? ¿Por qué hace lo que hace? ¿Qué motivos le han llevado a pedir un puesto concreto? Eso se puede y se debería explicar. De hecho, quien lo hace tiene más posibilidad de ser llamado para realizar una entrevista de trabajo. Para poder dar el salto definitivo también se necesita preparación. Un buen candidato puede ser un mal trabajador, un mal candidato puede ser un buen trabajador.

Cuál sería el CV ideal? A la foto, nivel académico y experiencia profesional se le debe añadir, mediante un diseño atractivo, las actividades realizadas junto con los valores personales y el propósito vital.

Sí, es un buen momento para ajustar nuestro CV.