No deja de ser paradójico. Nos pasamos la vida creyendo que tocamos el piano cuando, en realidad, hemos estado soplando el trombón. No se lo tomen personalmente: me incluyo en la lista de los despistados musicales. Hemos pontificado tanto sobre la historia de nuestro país que algún día nos teníamos que dar cuenta de los enormes agujeros negros de los que poco o ningún conocimiento tenemos salvo algunas paletadas de datos.
El libro que acaba de regalarnos Eugenio Ibarzabal, autor también de Los Sota: Esplendor y venganza, se acerca con conocimiento y habilidad a un tiempo de la historia del país que es desconocido, no digo al gran público, sino incluso a los iniciados.
'Muñagorri, el Conde y las Condesas', título del libro, serpentea por los siglos XVIII y XIX, para explicar el principio de una ilustración vasca minoritaria hasta llegar a las orillas de la segunda guerra carlista.
El escenario se centra fundamentalmente en Gipuzkoa, con amplias notas sobre lo que sucedía en las provincias de Araba, Bizkaia y Nafarroa. Lo que podría haberse convertido en un futuro espléndido a través de los “ilustrados” se torna en un futuro calamitoso lleno de feroces y sanguinarios enfrentamientos. Las cicatrices de aquel tiempo sórdido han llegado hasta nuestros tiempos.
Un dilema moral recorre el libro. Qué hacer en unas décadas de múltiples tribulaciones, sufrimiento y hambre. Qué elección se puede hacer entre lo malo y lo peor. El autor, como en otras ocasiones, parece tenerlo claro: optar por los menos malo. Su personaje principal, José Antonio Muñagorri y Otaegi, actúa con la misma brújula.
Muñagorri, liberal pero firme fuerista, lejos de ser un despiadado sectario como otros tantos de su época, no es sino un timorato pacifista que lidera un pequeño y desmadejado ejército al cual paga básicamente de su bolsillo para buscar la paz y los Fueros en una época en la que estos corren serio peligro.
Su movimiento llamado de esta misma manera, Paz y Fueros, intenta conservar estos, convencido, como otros muchos, que eran fundamentales para el desarrollo y la identidad del país que ama. Muere de manera cruel, fusilado delante de su mujer.
El conde de Villafuertes, Manuel José Zavala, protector de Muñagorri, es uno de los nobles fueristas que no duda en arriesgar familia y fortuna por sus ideales. Tanto Zavala como el mismo Muñagorri piensan que el éxito del carlismo no se debe al respeto por la figura del pretendiente al trono, Carlos María Isidro de Borbón, como al deseo de vascos y navarros de conservar los Fueros, símbolos de su identidad como pueblo.
Frente a ellos se alinean los liberales absolutistas que ven en los Fueros un obstáculo insalvable para la armonización de un estado “moderno” y que tienen al país vecino, Francia, como referente. Gran parte de la oficialidad de militares españoles, muchos de ascendencia vasca, forman parte del bando constitucionalista.
La división de la sociedad vasca es notable. El propio hermano del general Tomás de Zumalakarregi, Miguel Antonio, es general en el bando liberal. El mundo rural es mayoritariamente carlista, así como el clero. Las ciudades son predominantemente liberales en mayor o menor grado. Es en Donostia donde el liberalismo más exacerbado goza de mayor predicamento entre la burguesía comerciante. Los negociantes donostiarras exigían el traslado de las fronteras a la costa y medidas proteccionistas, ya vemos que Trump no ha inventado nada nuevo.
La reflexión de Ibarzabal en estos tiempos polarizados da sentido al libro. Temas como el autogobierno, la paz y la templanza aplicada a la política conforman este reportaje histórico lejos de solemnidades academicistas y salpicado con las intrigas sobre Pilar Acedo y Sarriá, aristócrata tolosarra y amante de José Bonaparte.
Como, para bien o para mal, el tiempo no regresa, lo único que podemos hacer es no pasar de largo y aprender de una época que pudo ser de esperanza y que, sin embargo, se tornó en una de las más dolorosas y atroces de nuestro país, donde no faltaron hombres buenos como Muñagorri, que ni siquiera tiene una calle en toda la geografía vasca.
Periodista