El suicidio nos impacta a políticos, profesionales y a todos los ciudadanos.

No hay golpe más potente para un terapeuta, particularmente si es profesional joven. Lo he vivido. Me han hecho falta buenas dosis de humildad (no somos todopoderosos) y de trabajarme la culpa, para liberarme de ello. Hace un tiempo, en un taller introductorio a la terapia de grupo para sanitarios, estuvimos trabajando esa escena traumática. Nota para el cuidado de los sanitarios. Tendemos a callarnos esos impactos porque nos parece que serían indicadores de debilidad o no profesionalidad.

La estadística, contraintuitiva, dice que se suicidan tres hombres por cada mujer. ¿Sufrimiento silencioso?

Lo más sangrante de todo esto: ¿por qué ese aumento de suicidios en los adolescentes? Ese sí que duele. ¿Qué nos está pasando? ¿Qué mundo les legamos? ¿No lo quieren? ¿Se van? ¿Por qué una vida que está naciendo dice el no más absoluto?

Es urgente encontrar respuestas y aplicar preventivos. Esto que aumentó con la pandemia está dando indicios de mantenerse tras ella. No la podemos achacar solamente al impacto de ésta sobre la vida social de los jóvenes. Se están barajando muchas causas: las redes sociales con su alteración de su proceso de socialización, el bullying y ciberbullying, la ansiedad y depresión, etcétera.

Algunas pistas nos las dan los factores que aumentan el riesgo de suicidio en adolescente:

• Trastorno psiquiátrico.

• Antecedentes familiares de alteraciones del estado de ánimo o de comportamiento suicida.

• Antecedentes de maltrato físico.

• Consumo de sustancias.

• Acceso a armas o psicofármacos.

• Cercanía de suicidio en familiares o amigos.

• Pérdida o conflicto con familiares y amigos.

• Problemas físicos o cambios relacionados con la pubertad o enfermedad crónica.

• Ser parte de una minoría sexual.

• Ser adoptado.

Entre los jóvenes, el perfil de la persona con más riesgo es una chica entre 13 y 17 años, de familia migrante, con antecedentes de fuga, autolesiones y víctima de abuso sexual.

En esa línea hay un mayor riesgo en joven en familias con rentas bajas. Estos tienen menos recursos para una búsqueda de ayuda psicológica. A tener en cuenta a la hora de planificar ayudas para tratamientos psicológicos.

Otro elemento sobrecogedor: el “efecto llamada” de la publicación de intenciones suicidas en redes como Tik Tok. Ante nosotros el desafío de controlarlas. En la prensa los casos de Telegram han encausado a su creador, o el de X (Twitter) que ha sido bloqueado en Brasil.

Como vemos, hay mucho que pedir a los administradores. Tenéis mucho que gestionar quienes estáis en cargos de responsabilidad. Pero no dejemos que el bosque nos impida ver cada árbol: estamos los profesionales de la psicoterapia y los padres o miembros de una familia (dos: la de origen y la que hemos formado).

Como psicoterapeuta, trabajando en terapia con adultos, observo que en un 80% de las personas, el sufrimiento, implique elementos de suicidio o no, viene de muy atrás, de la infancia. Se produjo en el seno de la familia. En un alto porcentaje, ya acudieron entonces a tratamiento que no logró resolver y ha seguido generando sufrimiento. Los profesionales tenemos la responsabilidad de hacerlo mejor y tratar de profundizar lo necesario. Sabemos que nuestro trabajo es difícil y delicado. Por eso, toda formación y todo desarrollo de nuestra sensibilidad será poco.

Como miembro de una familia, he sido niño y he tenido niños. Veo niños por todos lados y me fascinan. Más cuanto mayor me hago. El factor de protección clave del suicidio adolescente consiste en unos vínculos familiares fuertes y una buena red social. Tenemos a nuestro alrededor hijos, nietos, sobrinos, hijos de amigos... Podemos ver, sentir su red o su soledad. Podemos hacer muchas cosas: cuidar, animar, abrazar, reconocer, alabar, detectar, contar cuentos, jugar, aconsejar, sugerir y hasta confrontar a un padre que es amigo, por ejemplo. Todo para que su adolescencia sea lo menos solitaria y abrumadora posible.

Creo que el suicidio nace en parte de una profunda soledad. Ahí todos podemos hacer algo.

Tenemos en nuestras manos muy diversas formas de prevenir el suicidio.

Mi intento, mi grano de arena…

Psiquiatra