En el año 2009, uno de los grandes analistas del fenómeno de los campeones ocultos alemanes, Bernd Venohr, escribió el artículo Uncommon Common Sense (Sentido común descomunal), en el que se refiere al sentido común que caracteriza el comportamiento y los modus operandi de estos campeones ocultos. Lo hizo junto a Klaus Meyer, autor del artículo Globalfocusing que se publicó unos años antes.

Ambos artículos clarifican cómo las empresas medianas, e incluso pequeñas, pueden liderar mercados internacionales siempre y cuando sepan enfocarse en un nicho en el cual se puedan diferenciar de la competencia y sacar provecho de sus virtudes.

El artículo Uncommon Common Sense comienza de la siguiente manera: “Competir en mercados globales es exigente y frecuentemente se piensa que es solo para las grandes multinacionales. No obstante, Bernd Venohr y Klaus Meyer creen que las empresas medianas también pueden alcanzar el liderazgo en mercados a escala mundial”.

Esta idea encaja muy bien con la multitud de comentarios que se han podido leer en los últimos días a raíz del triunfo del Olympiakos en la Conference League, los cuales transmitían el siguiente mensaje: “En el fútbol internacional moderno, donde los clubes parecen decantarse por entrenadores asertivos, que cuidan su imagen, que son multilingües y que recurren a nuevas tecnologías y al análisis de big data, alguien como Mendilibar muestra que se puede triunfar siendo accesible y hablando un lenguaje directo”.

De hecho, muchos de los rasgos que caracterizan a José Luis Mendilibar recuerdan a las características, por no decir cualidades, que Venohr y Meyer atribuyen a los llamados campeones ocultos o líderes en nichos de mercado internacionales:

Aquí tenemos, pues, una serie de señas de identidad que caracterizan tanto al estilo del entrenador de fútbol exitoso, pero sin glamur (del que José Luis Mendilibar es un claro ejemplo, aunque también podemos mencionar figuras como Ernst Happel, Max Merkel, Raymond Goethals o Guy Roux), como de los líderes en nichos de mercado internacionales (empresas exitosas en mercados B2B que pasan desapercibidas y no son visibles para el gran público).

Dentro de la economía vasca tenemos decenas de empresas que actúan de esta forma y que, sin hacer demasiado ruido, han logrado llegar a lo más alto en sus nichos de mercado a nivel mundial. Empresas como Ampo, Litalsa o P4Q demuestran que se puede convertir una competencia o un producto de nicho en un éxito transfronterizo sin que la empresa pierda su esencia y crezca con frescura. Además, son casos que muestran que el carácter de campeón oculto no impide funcionar en mercados de amplio alcance geográfico, al igual que Mendilibar ha demostrado que su estilo funciona para torneos internacionales.

¡Zorionak Olympiakos, aupa txapeldun ezkutuak, y viva la madre que parió a Mendilibar!