Hay un atentado contra la embajada de Irán en Siria, cuya autoría –aún no reconocida– apunta por lógica a Israel. Otra violación más del derecho internacional. Eso después de que la ONU –a través de su relatora en la zona– calificara como genocidio lo que hace en Gaza. No extraña por tanto que después Ecuador siguiera su ejemplo, enviando a personal armado a la embajada de México en ese país, arrebatando del lugar a un solicitante de asilo. Ni el derecho de asilo y refugio, ni el derecho internacional –y con todo ello ni las propias embajadas– son lo que eran.
En respuesta al ataque contra su embajada, Irán –otro dechado de virtudes en materia de respeto al derecho internacional y a los derechos humanos– ha contraatacado y ha declarado que ahí lo deja, a la espera de lo pueda pasar. Las reacciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no han supuesto sorpresa alguna en cuanto a los apoyos de cada cual. Ahora toca ver la reacción de Israel…
Save the Children, organización alineada con los derechos humanos de la infancia, nos informa que en los seis meses de masacres en Gaza, han muerto más niños palestinos allí que todos los niños que han muerto en los conflictos armados durante los últimos 4 años. Los ataques contra hospitales, contra convoyes de ayuda, contra refugiados y civiles no combatientes y el hambre como arma de guerra han sido normalizados. Y seamos francos, los palestinos no le importan a nadie. Claro que ni a Israel ni a Occidente, pero tampoco a Hamás ni a los países árabes ni a Irán ni a nadie. Priman las fichas del tablero de ajedrez donde se juega el poder, muy por encima del derecho y de los derechos humanos.
Algo se está rompiendo, y vamos en caída libre. Somos testigos del colapso del sistema de derecho internacional instaurado tras la hecatombe de la Segunda Guerra Mundial. La pregunta es clara: ¿Dónde nos vamos a meter cuando caiga definitivamente el derecho internacional y el diablo se vuelva contra nosotros? @Krakenberger