Lunes, noche. Me llega el wasap de Alain, un buen amigo que sabe mucho de tele:
-Entre el programa de Cantizano y este Baila como puedas, ya no sé si estoy viendo La 1 o Tele 5. Menuda invasión.
-¿Valoración del programa? -pregunto.
-Un horror. ¿Y qué pinta ese señor (foto de Joao) en TVE, y la otra queriendo bailar el Chuminero? Ya solo faltan Kiko y Belén Esteban en la tele pública.
Estoy de acuerdo. Y mira que TVE lo tenía fácil en su intento de superar el fallido Bailando con las estrellas, de Tele 5 en esta guerra de los clones que se han marcado. Ellos ya conocen el formato, porque ya lo tuvieron, así que ahora bastaba con resucitar el ¡Mira quién baila! original (nueve temporadas a sus espaldas) porque más vale malo conocido que bueno por conocer. Y más si lo que estaba por conocer es un formato sin testar que retuerce hasta el absurdo la mecánica original (los concursantes famosos eligen ahora a bailarines anónimos) para acabar haciendo lo mismo, pero con un montón de gente desterrada de la nueva Tele 5 que, quién lo iba a pensar, han terminado bailando de alegría en TVE.
Baila como puedas falla en muchas cosas, pero la principal es prescindir del directo para narrar lo que ocurre de forma anacrónica, lenta y lineal, como si pensaran que somos incapaces de entender un flashback y sin evitarnos los tiempos muertos para rellenar tres aburridísimas horas... sin sorpresas.
Tampoco el jurado elegido ayuda demasiado: ahí está la frágil presidenta de los expertos del Benidorm Fest que se quedó aterrada al ser cuestionada por los eurofans, y a quien ahora acompañan una antigua vedette y otro señor con pasado en Mediaset, que no calla. Queda en manos de la siempre desconcertante pero divertida Yolanda Ramos, que tan pronto te cocina un postre como te juzga un baile, aportar algo nuevo.
Que los mandamases de la tele ya no saben qué emitir lo evidencia que esta temporada coincidan dos programas de baile con famosos en TVE y Tele 5. Es una réplica de cuando Antena 3 y Tele 5 montaron sendos programas de saltos de piscina con tirabuzón (Splash! famosos al agua y ¡Mira quién salta!), también con famosos sin nada mejor que hacer. Fue dejar de emitirlo uno y cancelar el suyo el otro. A nadie le sorprenderá, claro, que diez años después haya varios concursantes piscineros reconvertidos en bailarines. Reciclaje, lo llaman.
Por destacar algo positivo, nos quedaremos con que han devuelto al prime time a Igartiburu, a la que acaban de destrozar el DCorazón transformándolo en una sala de espera de dentista.
Una pena que Baila como puedas, que estaba llamado a ser un gran paso en su carrera para volver a hacer cosas con más fuste en TVE, le haya salido patizambo.