Intxorta 1937 Kultur Elkartea hace un llamamiento a los diputados y diputadas electos de Euskal Herria para que promuevan una iniciativa parlamentaria, para que toda la documentación de las personas desaparecidas durante la guerra de 1936, que está en los archivos de la Guardia Civil, sea trasladada al Centro Documental de la Memoria Histórica. Y a continuación trasladada a sus familiares.

Ya han pasado 87 años desde que nuestros abuelos y abuelas, personas civiles, fueran asesinadas. Continúan desaparecidas. No conocemos toda la verdad. Sus denunciantes y asesinos nunca pidieron perdón. Y la Justicia sigue mirando para otro lado.

Por primera vez el Ministerio del Interior ha dado una respuesta oficial y documentada a la petición de tres nietas y nietos de personas desaparecidas de Arrasate: Gregorio Sampedro Azpiazu, José Antonio Urionabarrenetxea Isasmendi y Florencia Olazagoitia Ceciaga, y lo ha hecho a través de los archivos de la Guardia Civil que, resumiendo, dicen:

Fueron detenidas por la Guardia Civil. (Las máximas autoridades civiles y militares en Arrasate eran, el alcalde Jesús Gorosabel Mendía y el teniente coronel Rafael Latorre Roca). Puestas a disposición del Gobernador Civil (José María Arellano Igea) quien les trasladó a la cárcel de Ondarreta, para días más tarde pasar a disposición del Juez Militar de Plaza (Comandante Ramiro Llamas del Toro).

Y nada más, no nos dicen qué les pasó después, lo que sí sabemos es que nunca más volvieron a Arrasate.

Que la documentación de nuestros familiares no esté, después de 87 años, en los archivos civiles y continúe en los archivos de la Guardia Civil es un déficit democrático que no respeta los derechos internacionales sobre personas desaparecidas.

La Conferencia Internacional de expertos gubernamentales y no gubernamentales del CIRC (19 al 21 de febrero del 2003) recoge: Todos los familiares tienen derecho a conocer la suerte que han corrido los parientes desaparecidos a raíz de un conflicto armado, o de violencia interna, incluido su paradero o en caso de fallecimiento las circunstancias y causas de su muerte. Deberían tomarse todas las medidas efectivas en los ámbitos legislativo, administrativo, judicial u otros al fin de garantizar dichos derechos.

123 hombres y mujeres de Debagoiena fueron asesinadas a partir de la entrada de los golpistas. Pensamos que, por lo menos 47 (de Arrasate, Oñati, Bergara, Aretxabaleta, Marín-Eskoriatza y Gatzaga), todas ellas civiles, estarían afectadas de la misma manera, extendiéndose a varios centenares más en el resto de Gipuzkoa.

Por ello, desde Intxorta 1937 kultur elkartea hacemos un llamamiento a los diputados y diputadas electos de Euskal Herria para que promuevan una iniciativa parlamentaria, para que dicha documentación sea trasladada al Centro Documental de la Memoria Histórica y que desde ese lugar se envíe una copia de la documentación a los familiares de las personas civiles desaparecidas.

Mientras, como todos los años, el 26 de septiembre rendiremos delante del monolito que les recuerda en Arrasate, un homenaje a todas las personas de Debagoiena que sufrieron vulneración de los derechos humanos a manos de los golpistas contra la Segunda República. l

Intxorta 1937 kultur elkartea.