Acabo de leer una noticia que creo es de lo mejor, al menos prometedora, que hemos leído durante años: 18 parlamentarios de la Eurocámara proponen: “una economía que supere el crecimiento”. Llevamos décadas en las que el pensamiento neoliberal nos ha impuesto como dogma, que sin crecimiento del Producto Interior Bruto no hay futuro, que la economía se paraliza, que el paro incrementa… Y estábamos los que pensábamos: ¿No será que lo que el mundo necesita es un mejor reparto de la riqueza?

El artículo viene de Europa Press y lo escribe Andrés Actis. “La próxima semana el Parlamento Europeo albergará la conferencia Beyond Growth 2023 (más allá del crecimiento). Dos jornadas de debate en el que científicos, ecologistas y académicos disertarán sobre los caminos que Europa deberá adoptar, para que en medio de una grave crisis climática que se acerca a pasos agigantados, lograr una prosperidad sostenible”.

Los ponentes desarrollarán criterios que cuestionan el desarrollo de las sociedades capitalistas, y que parece empieza a tomar forma en las políticas institucionales (sic). El artículo continúa informando que la Unión Europea viene financiando desde el año pasado investigaciones científicas sobre la viabilidad del modelo económico actual. A este respecto habría que subrayar que no hace falta mucha investigación para ratificar que el modelo desarrollado durante las últimas décadas no es sostenible; otra cosa será el analizar qué medidas se deberán adoptar para su reconducción. Parece ser que días atrás, el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins instó a su país a “reequilibrar la economía, la ecología y la ética” a través de una drástica reducción de la producción y del consumo. “El crecimiento eterno precipita la destrucción de todo, dijo el Sr. Higgings. ¡Congratulations, Mr. Higgings!

En la mencionada conferencia, un grupo de 18 eurodiputados de cinco partidos distintos (Izquierda, Verdes, S&D, Partido Popular Europeo y Renovar Europa), ha lanzado un comunicado para que la Eurocámara empiece a debatir sobre otro modelo económico. Otro modelo que no esté basado en el dañino “crecimiento económico como la única base de nuestro modelo de desarrollo”. Los eurodiputados han significado que: “Compartimos la opinión de que necesitamos un sistema económico que priorice el bienestar humano y la sostenibilidad ecológica sobre el crecimiento del PIB”.

La prestigiosa revista científica Nature también se hace eco en el mismo sentido: “Creemos que el modelo económico basado en un crecimiento sin fin, ha llegado a sus límites”, y basan su criterio en cuatro argumentos:

1.- “El continuo crecimiento actual, especialmente basado en el consumo de combustibles fósiles, está provocando un calentamiento global catastrófico”.

2.- “La búsqueda infinita del crecimiento se basa en el agotamiento de los recursos naturales, la destrucción de la biodiversidad y la acumulación de desechos y contaminación. Esto también plantea riesgos para nuestra salud, nuestras economías y nuestras sociedades en general”.

3.- “El modelo actual está contribuyendo a la desigualdad y a la exclusión social”. El modelo no se ha traducido en una distribución equitativa de la riqueza, sino en la concentración de la riqueza y el poder en manos de unos pocos.

4.- “El modelo económico actual es inestable y propenso a las crisis y ha creado un sistema frágil y vulnerable”. Ello es más que evidente a la vista de los desajustes económicos y financieros que estamos sufriendo durante los últimos tiempos.

Parece una gran noticia la adoptada por la Eurocámara que intentará romper la iniciativa neoliberal de la década de los 80, propiciada por Ronald Reagan y Margaret Thatcher entre otros; pero no nos olvidemos de los potentísimos lobbies en sectores de la economía que tratarán de contener todo cambio de las posiciones actuales. Está claro que es la clase política quien legisla y tiene en sus manos el ordenamiento, pero las presiones y amenazas del poder económico siempre estarán ahí.

Las estadísticas están ahí y corroboran el incremento de las desigualdades en las últimas décadas, tanto en países desarrollados como en los “en vías de desarrollo”. El futuro de la humanidad está en verdadero peligro debido a la contaminación y a la acumulación de los residuos generados por nuestro excesivo consumo. La demografía cae en Europa y necesitamos inmigración joven que cubra puestos de trabajo que los europeos rechazan (construcción, transporte, hostelería…), y que aporten fondos a la Seguridad Social. Trabajo tiene la Comisión Europea para encauzarnos hacia un mundo más justo, limpio y solidario, a través de la concienciación solidaria de los que hemos tenido la suerte de nacer en el sitio adecuado. No ha sido más que suerte.

Derandein Fundazioa