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Mesa de Redacción

Carolina Alonso

"Sardiña bakalaaaau"

l sábado hizo sol y la jornada invitó a callejear. En la Parte Vieja donostiarra, la animación perdida en dos años había resucitado. Para alegría de las cajas registradoras de algunos y el mosqueo de otros, que volvieron a sentirse invadidos. El inglés nasal de grupitos de americanos se escuchaba entre las calles, así como la más habitual lengua francesa. También jóvenes portuguesas disfrutaban del ambiente. Los viajes han vuelto. Es una realidad y el atrio de Santa María estaba de nuevo transformado en asiento para los clientes de los bares, como si la pandemia hubiera pasado. Pero no era solo la presencia de visitantes la que había devuelto su antiguo aspecto al barrio. La música se escuchaba en una calle y la gente se acercaba. Muchos ciudadanos locales paraban para oír la canción Bat, bat, bat..., a cargo de las voces de miembros de una sociedad que cumple 150 años. Creo que no fui la única que se emocionó con la alegría que transmite ese sardiña bakalaaaau de la canción popular que, quien más quien menos, ha cantado alguna vez. No era un coro profesional. Ni siquiera muy perfeccionista. Pero eran personas celebrando y cantando, que ya es mucho. Al volver a casa, Ucrania se mete en los corazones y expulsa ese germen de alegría musical.