as bicicletas son para el verano y las pistas de patinaje sobre hielo para el invierno. Aún sin tiempo de haber digerido que agosto se ha terminado, con este septiembre juguetón que nos ha traído las temperaturas que nos robó el mes playero y vacacional por excelencia, ayer nos sorprendió el alcalde de Irun hablando de Navidad. Como el de Vigo, a principios de agosto, cuando le vimos colgando las primeras luces para que le dé tiempo a colocar los once millones de bombillas que iluminarán la ciudad en las entrañables fechas, que diría aquel, Santano se autoadjudicó ayer para Irun ser la nueva capital de la Navidad de Euskadi "y a 200 kilómetros a la redonda", añadió. Así que no sé cómo se lo tomarán en Baiona, ciudad navideña por excelencia de Euskal Herria. Irun, nos dijo Santano, contará esta Navidad con una pista gigante de hielo, de mil metros cuadrados, que es la más grande del Estado, o eso cree, además de un programa festivo, comercial y cultural dignos de una Navidad "histórica". Estamos todavía en verano y la subasta navideña ya ha comenzado, aunque a algunos si nos hablan de hielo solo pensemos en echarlo al vaso. Pero así está la subasta, unos ponen millones de luces, otros una noria gigante al borde del mar y ahora llega la pista de hielo... la guerra ha comenzado y quizás signifique que el virus, como el anuncio de El Almendro, se largue a su casa por Navidad. Ojalá.