Siempre que puedo leo los artículos de Javier Elzo: ponderados, la mayoría de ellos basados en su erudición de sociólogo aunque a veces se le escapa evocaciones de musicólogo? Hoy me refiero a su trabajo titulado Y hoy, ¿sigue muerto Dios?, publicado en NOTICIAS DE GIPUZKOA el sábado 5 de este mes. Me preocupa el tema porque yo tuve una educación católica, apostólica y romana en un colegio de dichas características pedagógicas.
Con rezos, rosarios, misas, cánticos a la Virgen y demás costumbres. En latín, dicho sea de paso. Además con los ejercicios espirituales inevitables, que nos hacían ver el mundo cargado de pecado, maldad, delitos y profanación de la pureza del cuerpo etc. Recuerdo casi como un trauma unas jornadas de dicho cariz en el Santuario de Loyola que me impidieron dormir durante dos noches seguidas asustado con las amenazas del infierno, las calderas de Pedro Botero, las llamas inmisericordes del diablo rojo y otras ominosas soflamas que lanzaba aquel energúmeno vestido con sotana de negro inquisidor.
Me pregunto si algo de esto, y de otras cosas similares, no tendrá que ver con el ocaso de la Religión. No de Dios, porque Él vive y el señor Nietzsche no. Como se ve en la foto de NOTICIAS DE GIPUZKOA, ya solo quedan calvas canas y gafas de nuestras iglesias. No tanto cuando la liturgia se organiza por determinadas sectores ultracatólicos con mucho poderío entre políticos y medios de comunicación. Contraste inexplicable, ¿o no tanto? He tenido la inmensa suerte de hacer varios viajes a la India. Allí se entiende la espiritualidad más que el dogma. Con excepciones. Por cierto, la figura del Maestro Jesús es muy conocida y admirada, como gran profeta con poderes milagrosos. Con todo esto sería bueno que usted, como conocedor del tema, pudiera organizar jornadas o mesas redondas sobre el tema que se me antoja apasionante, ya que la UPV de estos días se le ha escapado de su temario. Seguiré leyéndole.