Un verano nuevo, las mismas pintadas
Pocos días después de la muerte por un ataque cardiaco de Kepa del Hoyo, preso de ETA, apareció esta pintada en el muro de la bahía de Plentzia-Gorliz: “Kepa, agur eta ohore // Etxera”.
No es la primera vez que sucede: el verano pasado una iniciativa ciudadana pidió, por internet, la eliminación de dichas pintadas descomunales, que no desaparecieron hasta 8 meses después.
Es cierto que desde que la banda armada dejó de matar se respira mejor en nuestra querida tierra vasca. Pero también lo es que hay consignas y prácticas, caducas y vergonzosas, que nos siguen acompañando ante la indiferencia de muchos y, lo que es peor, el consentimiento de las autoridades públicas. Esa pintada, como tantas otras, no solo estropea nuestro entorno natural, también nos impone un mensaje que la mayoría rechazamos: no seré yo quien honre a un etarra. Y pedir, por cuestiones humanitarias, el acercamiento de los presos no es lo mismo que pedir su liberación. Sea como fuere, no es ese el modo de hacerlo.
Solo nos falta ser tan listos como ciertos catalanes que arremeten contra el turismo y van a arruinar su propia tierra, espantando a una de sus principales fuentes de riqueza.
Hace días le leía al escritor chino, Lin Yutang (1895-1978), un célebre texto que me hizo pensar: “Amamos las catedrales antiguas, las pinturas antiguas, las monedas antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo del enorme valor moral y espiritual de los ancianos”.
Creo que es real. Tendemos a alabar y valorar lo antiguo, sin embargo, cuando se trata de valorar a nuestros mayores, nos cuesta. Es verdad que en este período de fiestas veraniegas se hacen homenajes a nuestros mayores. Aplaudo este tipo de iniciativas, pero en las personas ancianas hay escondida una sabiduría que nos puede iluminar y enriquecer. Quisiera reconocer toda esta actividad solidaria con nuestros mayores sea en Hogares o Residencias de la Tercera Edad, Asociaciones de Jubilados?
Recuerdos (pasado), esperanza (futuro), amigos (presente) son tres elementos muy positivos que nos aportan una historia para ser analizada y estudiada, un futuro que se abre a la esperanza y un presente que tiene sentido.