Por qué no fui a votar en la consulta del día 19
En Abaltzisketa la pregunta de Gure Esku Dago era: “¿Quieres ser ciudadano/a de un Estado vasco soberano?”. No tiene mucho sentido para mí. No tengo nada en contra de un “Estado vasco soberano”, lo mismo que respeto cualquier otro Estado que trabaje en defensa de las personas, tanto dentro como fuera del mismo, a favor de los sectores más necesitados para disminuir las diferencias y los privilegios. Me interesa lo que se va a hacer con ese Estado y de eso no se habla. Para poder tener una pista de lo que podría venir, me fijo en lo que tengo a mi alrededor y el panorama no es demasiado bueno.
Escribo desde el municipio de Abaltzisketa. Soy jubilado y con una pensión agrícola pequeña. La actividad ecológica diversificada (frutales, mermeladas, animales, agroturismo, etc.) que desarrollábamos en el caserío ya nos la cerraron las políticas agrarias vascas. Nos quitaron la subvención por haber cumplido los 65 años. Hay explotaciones en el sector primario que continúan cobrando después de esta edad, pero no agricultores ecológicos, según la ley. En aquel entonces, Bildu (izquierda abertzale y más) estaba en la Diputación y también decidió que pequeñas explotaciones que transformábamos nuestra producción en el mismo caserío pasamos a ser industrias -¡una multinacional!- y nos reclamaron impuestos atrasados y recargos.
Asimismo, en los alrededores de los caseríos los servicios son escasos y los accesos a las explotaciones están en mal estado. Incluso si el Ayuntamiento permite una actuación ilegal que te perjudica, te dicen que “si no estás de acuerdo, en el pueblo de al lado venden pisos”.
Hay leyes que discriminan a explotaciones ecológicas. En otros casos es el cambio de interpretación de la ley sin ninguna explicación, y/o actuaciones ilegales que las instituciones se niegan a corregir. Se consideran pequeñeces, pero condicionan nuestro futuro.
No son casos aislados, pero nunca aparecen en las cabeceras de los periódicos pues afectan solo a minorías, en el agro a pequeñas explotaciones o a personas mayores en caseríos aislados.
Privilegios, intereses particulares, burocracia, abuso de poder y élites de todo tipo dificultan la realidad de derechos básicos. No veo que la creación de un “Estado vasco” cambiaría nada. Nadie quiere perder los privilegios que tiene para hacer una sociedad más igualitaria. Por eso no fui a votar el día 19.