Mientras el centro comercial Garbera, ubicado en un auténtico descampado del arrabal donostiarra, va a aumentar su oferta comercial en 25.000 metros cuadrados (65 locales más), el centro comercial La Bretxa, ubicado en la Milla de Oro de Donostia, reduce la suya (Pescadería) en 5.000, es decir, se destinan 2.000 metros cuadrados para Osakidetza y 1.000 para instalaciones deportivas. Sugiero al Ayuntamiento que destine los 2.000 metros que quedan para ser utilizados como garaje, almacén y otros, de los diferentes servicios municipales (camionetas, palas, escobas, pivotes, señales de tráfico, vallas, coches oficiales, sacos de sal para el invierno, urinarios públicos, carteles, pancartas, etc.) y de esta manera la astracanada será completa. La pregunta es: ¿por qué ocurren estas cosas? La respuesta es muy sencilla: porque este Ayuntamiento “tutela” la actividad comercial de este CC La Bretxa, agobiando, amenazando, desmotivando y arruinando a los comerciantes de dicho centro comercial. Si no que se lo pregunten a los que ocuparon la Pescadería en su día y otros.
¿Qué hacen 16 años después esos horribles ventanales de madera sin que hayan sido sustituidos por modernas cristaleras? Un centro comercial no solo tiene que serlo sino que tiene que parecerlo. ¿No hubiese sido mejor para la economía y prestigio de la ciudad abrir en Pescadería un Ikea y una gran exposición y tienda de material informático ahora que estamos en plena era digital, o cualquier otro tipo de negocios acordes con las necesidades y tiempos que corren? Hay que buscar una solución definitiva a todo esto ya.