En apoyo de Montanier
Cartas a la Dirección
EL entrenador de la Real Sociedad, Philippe Montanier, está siendo cuestionado incluso por aquellos que lo contrataron (recuerden las declaraciones después del partido el pasado domingo del habitualmente discreto y cauto presidente Jokin Aperribay), de una forma excelsa en adjetivos con una fuerte carga de negatividad hacia su labor.
Sr. Aperribay, usted defiende que el entrenador normando lleva a cabo un trabajo sensacional en Zubieta, mostrándose los jugadores encantados con quien los dirige pero, sin embargo, en su debe plasma que no sabe gestionar bien los partidos. Supongo que cuando decidieron incorporarlo al activo de la Real Sociedad sabían de su proceder en toda la amplitud que abarca su cometido de entrenador.
Se comenta que la genialidad que acabó en gol del fantástico Iñigo Martínez ha salvado la cabeza del Sr. Montanier. ¿No valen de nada los 75 minutos donde el equipo mostró, probablemente, la mejor cara en sus comparecencias con una notable mejoría? ¿Y si el penalti hubiese acabado en gol? ¿Falló el entrenador? No, lo erró un gran futbolista, Griezmann. ¿Y qué me dicen del balón al poste o de esa ocasión en plena boca de gol y que el esférico se fue al cielo? No puede ser, en honor a la justicia y ética, que únicamente pongamos el acento en lo que se puede entender como negativo. La magnitud de las acciones en los minutos finales de un partido eclipsan al resto, pero no deberían hacerlo en las mentes de quienes dirigen este barco; máxime si tenemos en cuenta que se apostó por alguien que sabe trabajar la cantera y que podía asentar la idiosincrasia blanquiazul.
Joseba López de Munain Azurmendi