Siendo un ciudadano normal puede darse el caso de poder ser elegido para juzgar a otro congénere en un juicio popular, algo difícil para todo aquel que no sabe dar un veredicto final. En mi caso, creo que resulta muy complicado y peligroso prejuzgar a alguien que, por sus actos, se vea en este tipo de situaciones, bien por política, sexo, etcétera. Creo que tanto en el caso de Nagore Laffage como en el de Tafalla es la Justicia la que debería aplicar las leyes y así se sabrían bien las causas de los hechos.
Creo que el jurado popular debería componerse de personas que supieran algo de leyes para que pudieran dar un veredicto racional. En esto los americanos siempre nos llevan ventaja porque tienen otro concepto de la democracia y de saber juzgar a todo aquel que se pasa de rosca. Con todo el respeto a los que les toca de jurados, creo que no estamos aún preparados. Nos faltan años para poder estar en un jurado popular.