Jóvenes LGTB comprometidos con los derechos humanos
nos situamos a finales del año 2009 para encontrarnos con un importantísimo reconocimiento de la Diputación Foral de Gipuzkoa en materia de derechos humanos. Quizás es algo que suena banal, quizás algunas personas puedan sentir injusto este premio, u otras no nos consideren merecedores de este reconocimiento.
Sin embargo, debemos agradecer y reivindicar que las y los jóvenes LGTB de Gehitu, aquellas y aquellos que conformamos GazteGehitu, también somos parte muy importante de ese premio, y somos sobre todo quienes vamos a dar continuidad a esta labor.
Estamos acostumbrados, por desgracia, a ese discurso de la homofobia instaurada en la sociedad, pero debemos caer en la cuenta de que en este 2009 aún continúa y es real, con plena vigencia a pesar de la ley que nos permite casarnos en Navarra y Euskadi, próximamente, poder realizar el cambio de sexo. Cada día miles de jóvenes de todo el País Vasco, como del resto del mundo, se enfrentan a una realidad que suena repetitiva y que es demasiado cercana.
Sirva de ejemplo la humillación entre las y los compañeros de clase por ser homosexual, bisexual o transexual, la clandestinidad y el vicio asociado a jóvenes lesbianas, la violenta escena de unos vestuarios comunes donde se humilla, la desprotección de centros educativos para con nuestros-as estudiantes, la falta de recursos para que el profesorado sepa y pueda realizar una correcta intervención?
Nos podemos perder en la educación, como podemos hacerlo en los puestos de trabajo donde jóvenes LGTB siguen siendo rechazados, o donde sus responsables deciden humillarlos públicamente. Centros sanitarios donde la pregunta es "¿mantienes relaciones sexuales con una chica?" y viceversa, donde el miedo se apodera de lesbianas y bisexuales en la consulta de ginecología, donde no saben a quién acudir para pedir información?
En este 2009 las y los jóvenes LGTB de Gehitu hemos trabajado para ayudar a atajar estos problemas, y lo hemos hecho en tres ejes: visibilidad, educación y salud.
La visibilidad es necesaria, para que esos miles de jóvenes LGTB recuperen autoestima, comiencen a hacerse valer, consigan una dignidad, no sean menospreciados? como popularmente se dice: el pueblo unido jamás será vencido. En ese espíritu hemos participado como eje prioritario en las reivindicaciones relacionadas con la diversidad afectivo-sexual en las aulas en Biarritz, Donostia y Madrid. Hemos participado directamente en la redacción del comunicado del 28 de junio, de la organización de los actos del orgullo LGTB, de la manifestación?
Hemos trabajado en la educación con un proyecto ilusionante, una campaña contra la LGTBfobia, más centrada en homofobia. Carteles distribuidos en los centros educativos del País Vasco a través del grupo de docentes HIK-HASI, a quienes se lo agradecemos públicamente. Una canción, con una letra muy meditada, una historia que pretende convertir lo negativo en positivo, grabada gracias al grupo musical navarro La Rúa 44. Un vídeo que lo acompaña y una página web completando esto con abundante información.
En diciembre vio la luz la primera guía de sexo más seguro para jóvenes y en euskera, un verdadero hito que no habríamos logrado sin talleres realizados en colaboración con Stop Sida, ni sin las famosas guías que publica esa asociación de Catalunya, que tanto bien nos ha hecho a gays y bisexuales. Y cómo no, gracias a una de las pocas guías existentes para lesbianas y bisexuales realizada por Col·lectiu Lambda. De la nada hemos construido una guía que nadie esperaba, completa, con fallos, pero que va a servir para muchísimos jóvenes, que desde el anonimato van a poder consultarlas en bibliotecas, escuelas, ikastolas, centros de información juvenil, etc.
Lo más importante de todo ha sido el contacto directo con el sufrimiento de tantas y tantos jóvenes LGTB. Realizando actividades de ocio educativo durante todo el año hemos conseguido generar un espacio, donde puedan venir a llorar, reír, disfrutar, aprender, ilusionarse, etc.
Eso es, sin duda alguna, la aportación más directa que hemos realizado; poder ver cómo algunos jóvenes avanzan más y cómo otros aparecen en contraste con un cuadro de sufrimiento terriblemente terrible.
No me equivoco al escribir: terriblemente terrible. Ésa es la realidad.
Eso es lo que hace que durante el año 2009 nosotras y nosotros hayamos sido también una parte fundamental para reconocer un trabajo colectivo, y sobre todo el trabajo de todo el diverso movimiento LGTB como una lucha a favor de los derechos humanos de los y las ciudadanas.
Gracias, Diputación de Gipuzkoa, porque reconocimientos como éste facilitan también que el trabajo de otras asociaciones LGTB sea reconocido, y gracias, especialmente, a tantas y tantos jóvenes que trabajan para construir una sociedad comprometida, progresista y justa.