La Sala Primera de la Corte Suprema de Brasil reunió mayoría este lunes para refrendar la orden de detención preventiva dictada el sábado contra el expresidente Jair Bolsonaro y mantenerlo preso en la sede de la Policía Federal en Brasilia. Los tres primeros magistrados en votar, de entre los cuatro miembros de la Sala Primera, respaldaron la orden emitida por el magistrado Alexandre de Moraes, instructor del proceso por el que el líder de la ultraderecha fue condenado por golpismo.
El juicio, realizado de forma virtual, concluye a las 20.00 horas de este lunes (23.00 GMT), cuando finaliza el plazo para que la cuarta magistrada, Cármen Lúcia Antunes, divulgue su decisión. El primero en votar fue el propio Moraes, quien el sábado convirtió la prisión domiciliaria en prisión preventiva y ordenó el traslado del expresidente a una celda de la Policía Federal.
A continuación se pronunciaron, también a favor, los magistrados Flávio Dino y Cristiano Zanin, ambos nombrados para el Supremo por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, de quien Dino fue ministro de Justicia y Zanin abogado personal.
En su voto de este lunes, Moraes destacó que, en el interrogatorio del domingo, Bolsonaro confesó nuevamente que “inutilizó la tobillera electrónica”, dispositivo utilizado para controlar sus movimientos, lo que constituye “una falta grave” e incumplimiento claro de una medida cautelar. Para el juez instructor, esa violación, con intención de obstruir la fiscalización de la prisión domiciliaria, confirma un “riesgo inminente de fuga”.
Asimismo, señaló que la convocatoria de sus seguidores a una vigilia cerca de la residencia del expresidente, que en su interpretación podía utilizarse para generar confusión, también evidencia riesgo de fuga.
El exjefe de Estado (2019-2022), condenado a 27 años de prisión por golpismo, confesó el sábado haber quemado con un soldador la tobillera electrónica impuesta por el Supremo. En una audiencia con un juez el domingo, sin embargo, negó intención de fugarse y atribuyó su comportamiento a un episodio de “paranoia” y “alucinaciones” producido por la mezcla de medicamentos.
En prisión domiciliaria desde agosto
Bolsonaro, que cumplía prisión domiciliaria desde agosto, afirmó que sus acciones fueron consecuencia de los efectos secundarios de mezclar pregabalina (antiepiléptico) y sertralina (antidepresivo), según el informe de la audiencia. El exgobernante, de 70 años, arrastra problemas de salud como crisis de ansiedad, hipo persistente, vómitos y otros trastornos que atribuye a la puñalada sufrida en 2018, que lo ha llevado varias veces al quirófano.