Los ajustadísimos resultados de las elecciones del pasado domingo en Portugal, con un empate técnico entre el Partido Socialista y la conservadora Alianza Democrática (AD), abocan al país a un Gobierno frágil de centroderecha, después de que el socialista Pedro Nuno Santos optara por dejar paso a su rival, Luís Montenegro. Consciente de la tarea ardua que le queda por delante, la cara de Montenegro transmitía más preocupación que alegría cuando se proclamó vencedor de los comicios en la noche electoral.

Los números no engañan. Con el 99,01% de los sufragios escrutados, a falta de los votos del exterior, el PS obtuvo el 28,66% del apoyo (77 escaños) frente a AD, que logró el 28,63%, que se suma al 0,86 % conseguido por los partidos que integran esa alianza en Madeira, llegando a 79 asientos. El ultraderechista Chega quedó tercero, con el 18,06% de los sufragios (48 escaños), seguido de Iniciativa Liberal, con el 5,08% de los votos (8 escaños).

La derecha tiene una mayoría clara en el Parlamento si cuenta con los ultras, algo a lo que Montenegro ha dicho que ‘no’ por activa y por pasiva, y se pone fin a la mayoría absoluta que los socialistas tenían en la Asamblea de la República (Parlamento).

El politólogo André Azevedo Alves, profesor de la Universidad Católica de Portugal, prevé un “escenario de inestabilidad en los próximos meses”. “Matemáticamente, solo hay tres posibilidades para tener una mayoría estable”, indicó Azevedo Alves.

Tres opciones

Una de esas opciones sería que AD pactara con Chega, lo que ya ha sido descartado por Montenegro; la segunda sería que la coalición de centroderecha llegara a un acuerdo con los socialistas, lo que Santos dejó claro que no iba a ocurrir; y la tercera, que los socialistas y la ultraderecha se aliaran, “lo que ni el PS ni Chega considerarían”, dice el analista.

Por ello, el experto afirmó que, a menos que AD modifique su postura y Montenegro acepte un entendimiento con Chega, “lo que queda es un Gobierno en minoría que en el corto plazo podría asumir y no ser inmediatamente derribado”.

Azevedo Alves matizó que la inestabilidad no vendría tanto por ser un Ejecutivo en minoría, sino “porque básicamente AD quedó empatada con el PS”, con un apoyo por debajo del 30% y con menos de 80 diputados, de los 230 que tiene el Parlamento.

La profesora del Instituto Superior de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad de Lisboa Isabel Alexandra de Oliveira David, opinó, en declaraciones a Efe, que va a ser complicado gobernar durante cuatro años “sin tener una mayoría absoluta”.

Azevedo Alves ve que la estrategia de Santos de anunciar que iba a ser líder de la oposición, pese a estar en casi empate técnico con AD, fue “inteligente”. “Tuvo un mal resultado comparado con António Costa, el PS ha perdido mucho, perdió 13 puntos porcentuales y 40 diputados”, recordó el politólogo, pero el socialista fue listo porque “en el fondo le entregó a Luís Montenegro una situación muy difícil por la gobernabilidad y le dijo ‘yo voy liderar la oposición’”.

El analista advirtió de que existe la posibilidad de que el PS no sea finalmente el perdedor de las elecciones, a falta de que se adjudiquen los 4 escaños correspondientes al voto de los electores en el extranjero que todavía no se ha computado. Pero, con su decisión, Santos quedó situado en una postura para poder capitalizar una hipotética crisis en el futuro si el centroderecha no consigue gobernar.

Una de las grandes pruebas para un posible Ejecutivo de Montenegro será enfrentarse será la aprobación de los presupuestos del Estado para 2025, que Santos ya ha dicho que no va a respaldar. Pase lo que pase, si algo ha quedado después de anoche es que Chega ha tenido un crecimiento extraordinario en apenas dos años.

Para Azevedo Alves, esto es más reflejo de una insatisfacción de los electores con los dos partidos que ha gobernado Portugal en los 50 años de democracia, el PS y el Partido Social Demócrata (PSD) –la formación que encabeza la coalición AD– que un asunto meramente ideológico .

Ronda de consultas

En este contexto, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Soasa, iniciará hoy la ronda de contactos con los partidos que han obtenido representación parlamentaria, aunque dedicará un día a cada formación y, por tanto, las conversaciones no concluirán hasta el 20 de marzo.

La ronda arrancará por el partido Personas-Animales-Naturaleza (PAN). Las formaciones con más escaños desfilarán ante el presidente empezando por Chega, siguiendo por el Partido Socialista (PS) y terminando por Alianza Democrática (AD).

“Después de que se conozcan los resultados de los círculos de las comunidades portuguesas en el exterior, el presidente designará un nuevo primer ministro”, reza la nota de la jefatura de Estado.

El líder de la coalición AD, Luís Montenegro, ya deslizó la noche electoral que esperaba recibir el encargo de manos de Rebelo de Sousa, después de que la agrupación conservadora se hiciese por la mínima con el triunfo en la jornada del domingo y pese a estar lejos de la mayoría absoluta. l

Ultraderecha

  • Crecimiento de Chega. El partido de ultraderecha Chega, liderado por André Ventura, casi cuadriplica el número de escaños que tenía en el Parlamento de Portugal al haber logrado 46 diputados, frente a los 12 que obtuvo en los comicios de 2022. Chega cuenta con el 18,02% de los votos y 46 escaños . En un discurso en el hotel donde Chega se instaló para la noche electoral, el líder de la formación, André aseguró que “ desde hoy [por el domingo] se acabó con el bipartidismo en Portugal”.