Varios legisladores republicanos están urgiendo a los miembros del Gabinete del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a que invoquen una enmienda de la Constitución para inhabilitarle del cargo, después de que un informe de un fiscal pusiera en cuestión la mala memoria del mandatario.

“Merrick Garland (el fiscal general) tiene el deber de invocar la 25 enmienda ante sus compañeros del gabinete. O procesar a Biden. Si no lo va a procesar, entonces que invoque la 25 ahora”, dijo ayer en la red social X el senador Josh Hawley.

La enmienda 25 de la Constitución de Estados Unidos contempla que miembros del gabinete puedan apartar al presidente de sus funciones en caso de que le consideren incapaz de desempeñar los poderes y deberes del cargo. En caso de que eso sucediese, la actual vicepresidenta, Kamala Harris, sería quien asumiría la Presidencia hasta las próximas elecciones de noviembre.

La representante republicana Claudia Tenney, por su parte, también envío una carta ayer a Garland solicitando que invoque la enmienda 25 en el gabinete.

Documentos clasificados

Los legisladores republicanos hicieron estas peticiones después de que el pasado jueves el fiscal especial Robert Hur presentase su informe sobre el manejo de documentos clasificados por parte de Biden.

Hur llegó a la conclusión de que Biden retuvo intencionadamente documentos clasificados de su época como vicepresidente, pero decidió no presentar cargos en su contra. Lo que más llamó la atención del informe, sin embargo, fue que Hur aseguró que Biden mostró una “memoria significativamente limitada” durante los interrogatorios que se le hicieron en 2023.

El fiscal especial reveló que Biden no se acordó de las fechas en las que ocupó la Vicepresidencia y que tuvo dificultades para recordar la fecha de la muerte de su hijo Beau en 2015.

A la defensiva

Sin embargo, Biden respondió a Hur que su memoria “está bien”. En rueda de prensa improvisada desde la Casa Blanca, el presidente aseguró que su memoria se encuentra en buenas condiciones, consciente de que el factor de su edad (81 años) y sus lapsus en público podrían lastrar su reelección en los comicios presidenciales de noviembre. “Tengo buenas intenciones, y soy un hombre mayor, y sé qué demonios estoy haciendo”, añadió Biden ante la pregunta de un periodista de Fox News al respecto.

Sin embargo, parte de su argumento cayó en saco roto cuando, en un punto de esta intervención concretamente desde la sala para recepciones diplomáticas de la Casa Blanca, confundió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con el de Egipto, Abdelfatah al Sisi.

Biden ha sido objeto de investigación desde que hace un año se encontraron en su domicilio de Delaware y en una oficina privada documentos clasificados de la época en la que fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).

Los documentos fueron encontrados por los abogados de Biden en noviembre y diciembre de 2022, y entregados inmediatamente a los Archivos Nacionales, el organismo que tiene que resguardarlos, tras lo cual el Departamento de Justicia abrió una investigación. “Nuestra investigación descubrió pruebas de que el presidente Biden retuvo y divulgó voluntariamente material clasificado después de su vicepresidencia, cuando era un ciudadano privado”, se especificaba en el documento.

Sin embargo, Biden insistió en su inocencia: “No infringí la ley. Y punto”. Aunque reconoció: “Asumo la responsabilidad por no haber revisado exactamente lo que mi personal estaba haciendo. Entraban y salían”, apostilló.