La propuesta para un posible acuerdo de tregua e intercambio de rehenes por presos elaborada por la mediación de EEUU, Egipto y Catar se ha topado con las reticencias de Hamás y del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que mantienen sus posiciones de firmeza. Los jefes de la inteligencia de Israel, EEUU y Egipto, así como el primer ministro de Catar, alcanzaron el pasado lunes, tras dos días reunidos en París, una propuesta de acuerdo para una nueva tregua y un intercambio de rehenes por presos palestinos, borrador que fue entregado al grupo islamista.

El jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, afirmó ayer que el grupo “está estudiando” la propuesta de acuerdo y que responderá “pronto”, aunque exigió “la completa retirada de las tropas” israelíes de la Franja de Gaza.

“El movimiento está abierto a discutir cualquier iniciativa o idea seria y práctica, siempre que conduzcan a un cese integral de la agresión”, afirmó Haniyeh en un comunicado difundido por el grupo.

Haniyeh, que vive desde hace años autoexiliado en Catar, confirmó que el grupo recibió la propuesta y que pronto presentará su respuesta basada en la “prioridad de detener la brutal agresión a Gaza y la retirada completa de las fuerzas de ocupación de la Franja”.

El líder de Hamás también reclamó que cualquier acuerdo con Israel debe garantizar el retorno a sus hogares de los casi dos millones de gazatíes que están desplazados por la violencia, la mayoría de ellos en la zona de Rafah, en la frontera con Egipto.

Además, Haniyeh exigió un “proceso serio de intercambio de prisioneros que garantice la libertad de nuestros heroicos presos y ponga fin a su sufrimiento”, después de que en el anterior acuerdo de tregua, logrado en noviembre durante una semana, Hamás entregara a 105 rehenes a cambio de la excarcelación de 240 prisioneros palestinos.

El dirigente del grupo islamista confirmó que han sido invitados a discutir este nuevo acuerdo así como los requisitos para su implementación. “El mundo debe presionar a la ocupación para que detenga estas masacres y crímenes de guerra, incluida la política de torturas a las que está expuesto nuestro pueblo en las zonas de Cisjordania, las ejecuciones y los arrestos”, afirmó Haniyeh en su comunicado.

Intransigencia

Igual de duro se mostró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien aseguró que Israel no liberará “a miles de terroristas” palestinos a cambio de la entrega de rehenes. “No retiraremos a las Fuerzas de Defensa de Israel de la Franja de Gaza y no liberaremos a miles de terroristas”, prometió ayer Netanyahu a jóvenes estudiantes de la academia militar Bnei David, en el asentamiento de Eli, en el territorio ocupado de Cisjordania.

“Nada de esto sucederá. ¿Que sucederá? ¡La victoria absoluta!”, reiteró el mandatario, que desde el inicio de la ofensiva bélica y pese a la creciente presión tanto internacional como de las familias de los 136 secuestrados, siempre se ha mostrado reticente a poner fin a la guerra en Gaza hasta lograr “eliminar a Hamás”.

Además, el ministro de Seguridad de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, amenazó ayer con forzar la caída del Gobierno de coalición si se alcanza un acuerdo “insensato” con Hamás para un cese de las hostilidades en la Franja de Gaza.

“Acuerdo insensato = desmantelamiento del Gobierno”, manifestó Ben Gvir en un breve mensaje en su cuenta en la red social X, en medio de las críticas de parte de la derecha y la ultraderecha ante la posibilidad de un acuerdo para la excarcelación de presos y una tregua a cambio de la liberación de los rehenes retenidos en Gaza.

Tal es el nivel de patriotismo que se vive en Israel que el comité de la Knéset (Parlamento) recomendó ayer la expulsión del diputado Ofer Cassif, de la coalición judío-árabe Hadash-Taal, cuya destitución será sometida a votación y deberá ser aprobada por al menos 90 de los 120 diputados.

El Comité de la Cámara de Representantes se mostró ayer ampliamente a favor, con catorce votos contra dos, de la moción presentada por 85 parlamentarios para expulsar al legislador. Cassif, el único miembro judío del partido de mayoría árabe Hadash-Taal, firmó a principios de enero una petición de apoyo al caso presentado por Sudáfrica ante el Tribunal de La Haya y ha acusado públicamente a líderes israelíes de abogar por crímenes contra la humanidad.

Reunión en Washington

Mientras, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, recibió ayer en Washington al ministro de Asuntos Exteriores de Catar, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, en medio de las recientes críticas de Israel sobre el papel que el emirato está desempeñando en la actual crisis de Oriente Próximo.

Blinken y Al Thani coincidieron en la necesidad de seguir trabajando para lograr liberar a los 130 rehenes que todavía siguen bajo cautiverio de Hamás. Al mismo tiempo, el secretario de Estado agradeció los “indispensables esfuerzos” de Catar para lograr que esto suceda.

A su vez, Blinken trasladó a Al Thani que Estados Unidos está comprometido con un Oriente Próximo “más pacífico, integrado y próspero” en el que puedan convivir un Israel seguro con “un Estado palestino independiente”, de acuerdo con el comunicado emitido por el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

En la conversación también abordaron la actual crisis de seguridad en el mar Rojo, donde los rebeldes hutíes se han marcado como objetivo todas aquellas embarcaciones vinculadas a Israel en represalia por los ataques en Gaza.

Las palabras de reconocimiento del jefe de la diplomacia estadounidense chocan con las declaraciones de su principal socio en Oriente Próximo. Israel ha acusado a Catar de posicionarse del lado de Hamás y ha cuestionado su papel como mediador.