Una serie de explosiones, secuestro de policías y fuga de presos se registraron ayer en varias partes de Ecuador, donde desde el lunes rige un estado de excepción, con toque de queda nocturno, tras los incidentes ocurridos en unas seis cárceles. Las primeras explosiones fueron en la ciudad de Esmeraldas al incendiarse un vehículo cuando, desde las cárceles, los reos exigían que no se realicen traslados de presos ni se avance en los controles en las prisiones. Un grupo encapuchado ha irrumpido en una televisión en directo y el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha declarado la existencia de un "conflicto armado interno" y ha ordenado al Ejército combatir a los violentos.
En Quito, un vehículo, que tenía dos bombonas de gas dentro fue incendiado en la zona sur, mientras que se registró una explosión en uno de los pasos peatonales de una autopista que conecta la capital con un valle cercano. Iván Saquicela, presidente de la Corte Nacional de Justicia, informó de la detonación de un artefacto en el exterior de su vivienda, en Quito.
Peligroso preso huido
En este contexto, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) confirmó ayer la fuga de Fabricio Colón Pico, capturado después de que la fiscal general del Estado, Diana Salazar, denunciase un presunto plan para atentar en su contra.
Colón Pico fue detenido la semana pasada en un operativo ejecutado por la Fiscalía y la Policía en el norte de Quito, en el marco de una investigación por el presunto delito de secuestro ocurrido en meses pasados.
En el operativo de su captura encontraron tres vehículos de alta gama (uno blindado), dinero en efectivo y municiones.
El pasado miércoles, Salazar dijo que “grupos de delincuencia organizada estarían planificando un atentado” contra su integridad. Salazar identificó a Colón Pico, conocido con el alias de Capitán Pico y vinculado a una banda criminal llamada Los Lobos, como quien estaría detrás de un presunto plan para asesinarla.