Egipto ha congelado su papel como mediador con las facciones palestinas para buscar una solución al fin de la guerra en la Franja de Gaza, después del asesinato del número dos de la oficina política de Hamás, Saleh al Arouri, en las afueras de Beirut, dijeron ayer fuentes palestinas y egipcias.

“Egipto informó oficialmente a Israel que congeló su papel como mediador entre Israel y las facciones palestinas para concluir un acuerdo que lleve al fin de la guerra” tras el asesinato de Saleh al Arouri el martes, afirmaron las fuentes, que pidieron el anonimato por la sensibilidad de este tema. Siempre según las fuentes, los movimientos Hamás y Yihad Islámica informaron también a El Cairo de la suspensión de las negociaciones con Israel para un alto el fuego.

Por otro lado, una fuente egipcia de alto rango dijo a la cadena egipcia Al Qahera News, próxima al Gobierno, que “no hay alternativa al camino de la negociación para resolver la crisis en la Franja de Gaza”. “El papel de Egipto es indispensable y, en ausencia de su mediación, la gravedad de la crisis puede aumentar y empeorar más allá de las estimaciones de todas las partes”, afirmó la fuente, lo que confirma la información de la suspensión temporal de la mediación egipcia.

Sin embargo, Egipto no ha comunicado formalmente hasta el momento este paso. Las autoridades egipcias confirmaron la semana pasada que han presentado como mediador un plan de tres fases, que no desglosaron, para alcanzar un acuerdo que termine con la guerra en Gaza después de que diferentes delegaciones palestinas pasaran por El Cairo.

Fuentes palestinas y egipcias conocedoras de las conversaciones aseguraron que Egipto propuso a Hamás y a la Yihad Islámica un “diálogo nacional palestino” para acabar con la división entre las facciones palestinas y formar un “gobierno tecnocrático” en Cisjordania y Gaza. Este gobierno supervisaría la reconstrucción de la Franja y allanaría el camino para unas elecciones parlamentarias y presidenciales palestinas, indicaron. Esta propuesta es el segundo punto del plan de los tres ejes y cuyo objetivo último es lograr el cese definitivo de los ataques sobre el enclave y la retirada del Ejército israelí. El primer eje del plan sería una tregua de dos semanas a cambio de la liberación de 40 rehenes israelíes y 120 palestinos.

Respuesta de Hizbulá

Mientras, el líder del grupo chií Hizbulá, Hasán Nasrala, calificó ayer de “flagrante” violación de la soberanía libanesa el asesinato del número dos de Hamás, Saleh al Arouri, y alertó de que su grupo combatirá sin “límites” contra Israel si este comienza una guerra contra el Líbano. “El asesinato de Sheij Saleh al Arouri es un ataque flagrante a la soberanía libanesa”, denunció Nasrala en un discurso televisado por canales afines, después de que un dron israelí matara al alto cargo de Hamás y a otras seis personas en un suburbio beirutí bastión de Hizbulá.

El bombardeo del avión no tripulado, el primer ataque a las afueras de la capital libanesa desde la guerra librada en 2006 por Hizbulá y el Estado judío, tuvo como objetivo una oficina del movimiento islamista palestino aliado del grupo chií. El clérigo advirtió de que lo ocurrido fue “muy serio” y lo interpretó como dos “agresiones” simultáneas, contra Hamás y contra “los suburbios meridionales” controlados por su formación.